La reforma para rejuvenecer a un treintañero

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

Las obras comenzaron en el mes de octubre y están prácticamente rematadas

21 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Treinta años cumplirá en este 2018 el parque de O Centenario, diseñado cuando Celso Callón presidía la Autoridad Portuaria de Vilagarcía y que ha vivido momentos de esplendor y otros muchos de abandono. Para revitalizar una zona que ha ido perdiendo empuje cuando otros lugares como el Miguel Hernández o A Xunqueira ganaron impulso, y porque los achaques se le notaban de manera flagrante, el Puerto y el Concello de Vilagarcía decidieron hace unos meses cooperar para proceder a su reforma.

Las obras comenzaron en octubre del año pasado en virtud de un acuerdo que señalaba que Ravella aportaba la mano de obra y la Autoridad Portuaria los materiales necesarios. Los trabajos están prácticamente rematados, según aseguran fuentes del organismo portuario. Falta únicamente la parte de la iluminación. Asegura el Puerto que el material ya está en su poder y que solamente resta que el Concello aporte la mano de obra necesaria.

Sorprende, sin embargo, que el pavimento no se haya levantado en su totalidad. Sí se han ejecutado los trabajos en varias de las zonas que estaban más dañadas pero hay un tramo importante en uno de los extremos más alejados del mar que está en muy mal estado y que no ha recibido la atención de los operarios.

El nuevo pavimento está especialmente preparado tanto para el paso continuo de personas como para aguantar las embestidas de las raíces de los árboles, que se llevaron por delante muchas de las baldosas que se colocaron cuando se creó el parque.

El lugar, pese a que las obras al parecer ya están prácticamente listas, todavía no guarda el atractivo suficiente como para recuperar su pasado esplendor. Hay zonas por las que sigue siendo complicado caminar, sobre todo las personas mayores o quienes tengan problemas de movilidad, y ver elementos tirados sobre el césped tampoco ayuda a que el panorama sea agradable. La limpieza, otro de los factores que en los últimos años se echaba en falta sobre todo en determinadas zonas, también es mejorable.

Han sido veinte mil euros de inversión pero parece que se han quedado cortos. El treintañero necesita un par de retoques más.