«Me sentí muy acompañada y segura»

b. c. VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

11 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A sus 91 años, dice, todos son achaques, y ya que hay que estar en manos de los médicos, mejor hacerlo en casa. Rosalía nunca había probado el servicio de hospitalización domiciliaria, y, pasada la experiencia, no tiene más que buenas palabras para los facultativos que la atendieron mientras se recuperaba de su último susto. Una insuficiencia respiratoria la llevó hace un par de semanas al Hospital do Salnés, y tras pasar por urgencias, la unidad de hospitalización a domicilio decidió que Rosalía daba el perfil perfecto para entrar en el programa del HADO. Y ella, encantada. «En casa estás mucho mejor, estás mucho más tranquila y no molestas a la familia. Las doctoras y el enfermero fueron encantadores conmigo, me sentí muy acompañada y muy segura», señala. Durante semana y media, se encargaron de tomarle la tensión, medirle la fiebre, hacerle las nebulizaciones, suministrarle la medicación y todo aquello que precisó para su pronta recuperación. Hace unos días que recibió el alta y, si se diera el caso, estaría dispuesta a repetir. Esta anciana vive sola en un piso en Vilagarcía, pero cuenta con la ayuda de su familia, que la visita a menudo. Es un requisito indispensable para recibir el HADO; el paciente debe contar con algún apoyo familiar al que pueda recurrir en caso de urgencia.