La presunta víctima del acosador sexual del yacusi y un testigo declaran en el juzgado

Lo que comenzó con un protocolo de siete pasos en la piscina de Fontecarmoa de Vilagarcía derivó en una investigación judicial. La nueva dirección de Serviocio en la capital arousana activó en septiembre un protocolo para reaccionar de inmediato ante cualquier abuso sexual que se produzca en la piscina. Ahora, la investigación judicial empieza a coger forma gracias a las declaraciones de los principales afectados en el Juzgado de Instrucción Número 1 de Vilagarcía, que se encarga de la instrucción. Si el investigado ya acudió con anterioridad a la citación de la juez, la presunta víctima lo hizo ayer. También por la mañana se presentó en el juzgado un representante de Serviocio. Lo hizo en calidad de testigo. Perjudicada y empresa presentaron cada uno su propia denuncia por unos supuestos tocamientos en el yacusi del complejo municipal.

«Presentamos la misma documentación que en la Policía Nacional», señalan desde Serviocio. Esto es, la reclamación que formuló la chica en la piscina y el escrito de la Fundación de Deportes que impide el paso al complejo al investigado. Conseguir esta prohibición de acceso fue lo que les llevó a presentar la denuncia. «Nosotros no podemos impedir el paso a nadie, por eso optamos por formular la denuncia. Fue la forma de que se le denegase el paso desde la Fundación», indican desde la empresa. Como mínimo, el sospechoso no podrá volver hasta que exista una resolución judicial. No se le permite el paso desde mediados del pasado mes de noviembre.

Todos los focos se situaron sobre la piscina el pasado mes de abril, cuando dos mujeres presentaron una denuncia sobre un individuo, de unos sesenta años de edad, por haber abusado de ellas en el interior del yacusi. Poco más de medio año después, apareció un segundo individuo, sobre el que se está llevando a cabo la investigación. «Hay otra mujer que alertó de estos hechos, pero no llegó a presentar denuncia», indican desde Serviocio, desde donde inciden en la importancia de reclamar por escrito los hechos. El hombre investigado es, al parecer, un usuario habitual de la piscina. También sus acosos. Pero, hasta el momento, solo había quejas verbales sobre su conducta.

Fueron estos acontecimientos los que propiciaron que se pusiese en marcha el protocolo que está en activo. La secuencia marca que el personal de la piscina debe identificar al presunto autor del abuso e informarse de lo ocurrido, alejar a la víctima y acompañarla a un lugar en el que pueda descansar. Telefonear a la policía y retener, si es posible, al sospechoso. Mientras todo este mecanismo sigue en marcha, falta esperar por el rumbo que tome la vía judicial, ahora que ya finalizó la toma de declaraciones.

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