«Hemos abierto otra vía en la quimioprevención del cáncer»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

ADICAM

Su equipo desarrolla un estudio para saber si una planta natural reduce la incidencia de tumores en mujeres

17 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El médico Jorge Cameselle Teijeiro (Vigo, 1960) dirige el grupo de investigación en Oncología Clínica de la Asociación Provincial de Diagnosticados de Cáncer de Mama (Adicam). Está al frente del equipo que está realizando un estudio científico para saber si el consumo regular de una planta natural, el kalanchoe -Bryophyllum daigremontianum-, puede prevenir el cáncer.

-¿En qué fase está el estudio?

-Llevamos con este estudio catorce meses. Previamente habíamos hecho un estudio que duró varios años en el que demostramos la ausencia de toxicidad con las dosis que estábamos usando. De hecho, los resultados de esa investigación se presentaron en un congreso europeo de biotecnología en Chequia. Ahora estamos muy metidos en el ensayo clínico, trabajando como locos. Nos absorbe mucho tiempo, pero tenemos que tener paciencia porque el estudio está diseñado para diez años.

-¿Cuántas mujeres participan?

-Poco a poco vamos incorporando más mujeres en la medida en que tenemos capacidad para poder garantizar que todos los meses vamos a dar gratuitamente las botellas con el contenido de Bryophyllum. La dosis diaria es equivalente a una cucharada sopera. Tenemos grupos de voluntarias en muchos municipios de la provincia e incluso de fuera. En Pontevedra hay en Meis, Vilagarcía, Tomiño, Tui, además de Vigo y Cangas, donde empezamos. La respuesta de las mujeres es excepcional.

-¿Durante cuánto tiempo participa cada mujer?

-Dos años, aunque pueden abandonarlo en el momento que deseen. Nosotros lo que hacemos es monitorizar a estas mujeres y vamos siguiendo y estudiando cualquier contratiempo o efecto que nos comentan. Queremos superar las mil participantes. Hay que hacerlo despacio porque esto se está haciendo sin ánimo de lucro y totalmente gratuito. Vamos a lanzar en febrero una campaña nueva para agregar más voluntarias porque el funcionamiento de los invernaderos donde se cultiva la planta está siendo positivo.

-¿Cómo es el proceso?

-Desde el punto de vista sociológico es muy llamativo porque ninguno de nosotros recibe una gratificación. Una ingeniera, Lidia Rojo, se encarga de asesorar a asociaciones de discapacidad que nos prestan sus invernaderos a cambio de terapia ocupacional. Tenemos la patente de la bebida para garantizar la gratuidad de la investigación. Así hemos abierto una nueva perspectiva en la quimioprevención del cáncer.