Noventa artistas han cedido sus obras para Cáritarte, una exposición cuyos beneficios serán para Cáritas
16 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Sumen ustedes solidaridad y arte: el resultado es noventa. Exactamente, las noventa piezas que este año componen Caritarte. Todas ellas forman un horizonte esperanzador y colorido sobre las paredes de la sala Rivas Briones (Vilagarcía), donde ayer abrió sus puertas una exposición que tiene como objetivo ayudar a pintar un mundo mejor. El comisario de esta muestra es José Luiz Oubiña, el mismo José Luiz Oubiña que hace doce años decidió que ya iba siendo hora de que el arte intentase cambiar la realidad, hacerla más bonita y habitable. Todo este tiempo después, en ese mundo que sigue siendo un lugar inhóspito para muchos, Caritarte son noventa puntos de esperanza brillando en la pared.
La exposición se inauguró ayer y no cerrará sus puertas hasta pasadas las fiestas. En el magnífico contenedor que es la Rivas Briones han sido depositadas noventa obras, noventa artistas, noventa historias. Como la del pintor que lucha con pinceles contra una cruel enfermedad. Como la de la joven estudiante de Bellas Artes que se ha convertido en publicista y ha participado en campañas de El Corte Inglés. Como la de la mujer que cada año acude, fiel, a la muestra solidaria para hacerse con las obras de una joven artista de la que ya está formando una considerable colección. Como la del artista catalán que vivió en Arousa un tiempo y que ahora, desde la distancia, sigue subiéndose cada Navidad a esta aventura solidaria.
La singladura
Se inició esta hace una docena de años. Nació a lo grande, llena de grandes obras de artistas también grandes. Con el tiempo, Caritarte se ha ido democratizando. Primero se abrió a todos aquellos autores que quieren compartir su arte. Y muestra de ello es la singular mezcla de firmas que hay este año en Rivas Briones, donde conviven trabajos de Francisco Pazos, Xurxo Alonso, Enrique Conde, Saúl Otero, Uxío López o Lino Silva con otras de autores desconocidos. Esa variedad ha permitido democratizar, también, los precios. «Hay obras de 400 euros y otras de 30. Así que por una cantidad razonable puedes salir de aquí con una pieza de arte bajo el brazo», razona Oubiña. Y con la sensación, además, de estar echando una mano a quien más lo necesita. Porque, al fin y al cabo, el dinero que se recaude irá para Cáritas, cuyo responsable en Arousa, Francisco Fernández, se deshacía ayer en elogios a la gran familia que participa en esta iniciativa. «Los artistas, los que compran, los voluntarios que nos ayudan a sacar la exposición adelante», matizaba. Y es que la muestra va a estar abierta todos los días hasta el 14 de enero. «Y las horas a las que no haya aquí ningún funcionario, serán voluntarios de Cáritas los que se encarguen», explica Fernández.
Convertida ya en una de las citas clásicas de la Navidad arousana, Caritarte parece estar preparando el asalto a otras épocas del año, a otros meses menos fríos. ¿O es que el verano no es buen momento para disfrutar de una exposición, para comprarse un cuadro, para alimentar el espíritu solidario? «Tenemos alrededor de cien obras que se quedaron sin vender en ediciones anteriores, y estamos pensando en organizar una muestra, quizás durante la etapa veraniega, para ponerlas a la venta», explicaba ayer Oubiña. Quizás así sean encontradas, por fin, por las personas que las necesitan, que las entienden.