Cofradías, mejilloneros y colectivos sociales se unen contra una iniciativa que, dicen, pondría en jaque la salud ambiental y económica de Arousa y Barbanza
09 dic 2017 . Actualizado a las 14:24 h.Los colectivos que integran la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa comparecieron esta mañana en rueda de prensa para anunciar una nueva batalla, la enésima que tienen que librar, contra un nuevo enemigo: el proyecto que pretende reabrir la mina de cobre de Touro. Un macroproyecto que afecta a 689 hectáreas de suelo, que supondrá el movimiento de millones de toneladas de materiales y que colocará, en plena cuenca del Ulla, dos "bombas atómicas"; en palabras del patrón mayor de A Illa, Juan Rial Millán: dos balsas de decantación de un tamaño descomunal. "Os terreos e os cursos da auga da mina drenan cara o Ulla. Isto significa que durante décadas, incluso despois de que se peche a explotación, toda a contaminación que sexa arrastrada pola auga desta mina irá filtrándose e trasladándose sempre cara o río Ulla e a ría de Arousa". Y eso es algo que el sector que vive de este mar no está dispuesto a consentir. "Estamos a falar dunha ameaza moi real", explica Ruperto Costa, patrón mayor de Cambados. Así ha sido percibida por el sector, que ha vuelto a unirse para dar un paso al frente y advertir a la Xunta de que no puede "poñer en perigo a un sector coma o do mar, e coma o turístico, por apoiar un proxecto dunha multinacional que vai vir aquí, vai extraer un recurso poñendo en risco moitas cousas, e vai marchar".
Dispuestos a dar batalla, y acostumbrados a hacerlo, los integrantes de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa han presentado unos dípticos informativos que repartirán en los ayuntamientos de Barbanza y Arousa Sur. También llevarán a todos los plenos de todos los ayuntamientos de la ría mociones de rechazo al proyecto minero. Y todo ello, mientras se tramitan las entrevistas solicitadas con los responsables de las consellerías de Mar, de Medio Ambiente y de Industria. La batalla, que se centrará en conseguir una gran movilización social, no ha hecho más que empezar, pero en este caso la plataforma tiene un aliado que ya ha recorrido parte del camino: el colectivo que, desde la zona directamente afectada (Touro y O Pino) lleva tiempo trabajando en este asunto.