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Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

ÁLVARO BALLESTEROS

Esta misma tarde, el pleno de Vilagarcía se disponía a nombrar hijo adoptivo al fundador del Grupo La Junquera

30 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Siempre consideré que el tiempo es inexorable, y que a todos nos va a sobrar más de lo que nos hace falta, por eso mi compromiso y el de mi familia con las personas que lo necesiten y las entidades que los atiendan, que precisan que se les ayude». Con estas palabras explicaba Santiago Iglesias Pedrido, el fundador del Grupo La Junquera, su faceta como filántropo, que Amigos de Galicia destacaba en el momento de concederle la distinción del Grelo de Ouro, en el 2013.

Ese tiempo al que Santiago Iglesias se refería, que comenzó su cuenta en la Nochebuena de 1938, se agotó ayer. Lo hizo cuando la ciudad que lo acogió con apenas 21 años, en 1961, estaba a punto de nombrarlo hijo adoptivo. La moción, impulsada por el grupo popular, figura en el orden del día que el pleno de la corporación municipal celebra esta tarde. Amigos de Galicia advertía, hace tan solo unos días, del delicado estado de salud del empresario. Por desgracia, los responsables de la fundación llevaban razón en sus temores.

Iglesias nació en Roxos, en Compostela. Y, aunque apreciaba Vilagarcía como a un segundo hogar, jamás olvidó ni su cuna ni su origen humilde, en el seno de una familia de cinco hijos. Con catorce años comenzó a trabajar como aprendiz en Celta de Autocares, donde cobró su primer salario: seis pesetas del año 54. Aquello lo marcó hasta el punto de que su vida ya no se despegaría del mundo de la mecánica.

Llegó a Vilagarcía, queda dicho, en 1961, de la mano de la familia Llovo. Cinco años más tarde, respaldado por Manuel Sande y Gustavo Llovo, abre un pequeño taller en una parcela de lo que hoy es el parque de A Xunqueira. Esa fue la primera piedra de un grupo que acabaría englobando a Automoción La Junquera (servicio oficial Iveco e Isuzu), Talleres Santiago Iglesias (servicio oficial Nissan), Arosa Diesel (servicio oficial Siemens VDO y Delphi), Alvegal y Roipesa, esta última en Pontevedra, con delegaciones comerciales en Santiago y Lugo, y un área de negocio que se extiende por toda Galicia, Ponferrada y Asturias.

Esta es, a grandes rasgos, la historia profesional. La personal se escribió en torno a la familia que fundó junto a su esposa, Elvira Rey Bustelo. El fallecimiento, tras una larga enfermedad, de Santiago, uno de sus dos hijos, supuso un duro golpe. Ahora es Fernando quien encabeza un proyecto empresarial cuya trayectoria supera ya los cincuenta años.

Su colaboración con Amigos de Galicia permitió a la fundación disponer de tres vehículos para el reparto de alimentos a las 42.470 personas a las que la oenegé ayuda en toda Galicia. Es un ejemplo que se repite en Cáritas, el asilo, la fundación Lar o el Club de Leones. Y tiene su correlato deportivo en los patrocinios al BBC, La Junquera, el club de remo Vilaxoán o el Arousa. «El esfuerzo de mi vida servirá para la creación de empleo», decía Santiago Iglesias hace cuatro años. No falló. Sus empresas dan trabajo directo a 160 personas.