«Es aterrador que el 27 % de los jóvenes vean normal la violencia en la pareja»

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

La atención a las mujeres que sufren maltrato y la concienciación social son los pilares de la política de Ravella

23 nov 2017 . Actualizado a las 00:42 h.

Como a tanta otra gente que conoce el problema y habla con fundamento, a Tania García Sanmartín (Chaux de Fonds, Suiza, 1975) no le convence el concepto de violencia de género a la hora de abordar una lacra como esta.

-¿Por qué?

-Yo preferiría que se hablase de violencia machista. Sin embargo, el término legal, y el que se está imponiendo, es el de violencia de género.

-¿Es que no son lo mismo?

-No, porque la de género se queda exclusivamente en aquella violencia que se ejerce en la intimidad de una relación, cuando en realidad hay muchas otras clases de violencia sobre la mujer. Y no son reflejadas por los datos oficiales.

-¿Por ejemplo?

-A día de hoy, los datos oficiales, los que maneja el Gobierno, apuntan a 44 víctimas mortales. Pero hay un observatorio civil, Feminicidio.net, que sí recoge esas formas de violencia fuera de la pareja, y el número en realidad se duplica: 90 víctimas. El concepto de violencia machista, por cierto, debería incluir también a los menores.

-¿Es que no lo hace?

-La ley todavía no, aunque ese cambio está recogido en el pacto de estado que se acaba de aprobar. ¿Qué mayor dolor puede infligirse que hacer daño a tus hijos? Hay muchas formas de violencia, no solo el maltrato. El asesinato es la punta de iceberg de una sociedad machista en la que se sigue ejerciendo esa violencia sobre la mujer.

-¿Cómo se lucha contra algo así desde un Concello como el de Vilagarcía?

-Lo primero, la prioridad desde la concejalía, es el apoyo a las víctimas y la protección de los menores. Un servicio de atención directa a la mujer, un servicio de mediación con una trabajadora social y con Julia [Barbosa], nuestra socióloga. Un servicio de atención psicológica y asesoría jurídica. Pero también la sensibilidad social, la transmisión de valores. En esto las Administraciones tenemos un papel fundamental. Esta semana vamos a vestir Vilagarcía de negro con motivo del 25 N, para que la ciudadanía se conciencie acerca de esta verdadera lacra, la mayor desigualdad que puede existir en el mundo, la mitad de la población contra la otra mitad. Los valores tienen que partir de la propia familia, que debe educar fuera de estereotipos y roles como el camión, la muñeca y los colores azul y rosa. Por fin, es fundamental también la escuela.

-Probablemente nunca antes se hayan activado tantos recursos para frenar y erradicar la violencia machista. ¿Pero está dando resultado?

-Es muy complejo. Un dato. De acuerdo con un estudio del centro Reina Sofía, el 27,4 % de los jóvenes entre 15 y 29 años consideran normal la violencia en la pareja. Eso es algo aterrador. Es cierto que quienes respondían así eran, mayoritariamente, hombres de baja formación. Ahí es donde hay que incidir para erradicar la discriminación y la violencia. Dicho esto, es cierto que puedes hacer muchas cosas y chocar contra los valores que en realidad está propugnando esta sociedad. Un determinado canon de belleza y el éxito a través del dinero. Los futbolistas y sus novias como prototipos. Estamos inmersos en una grave crisis de valores.

-¿Estamos involucionando?

-Totalmente. Insisto, nos enfrentamos a una crisis de valores en la que también existe una responsabilidad política. A quién se le ocurre retirar la Filosofía de los currículos educativos. Cómo no recordar lo que pasó con Educación para la Ciudadanía. Somos más egoístas, menos críticos, más individualistas. Existe un retroceso en todos los aspectos.

-A todo esto, ¿le gustan a usted el reguetón y sus letras?

-No, no me gusta ese intento de música con letras facilonas que retratan una mujer vendida al hombre triunfador y cachas. Pero no es el único, ¿eh? Ciertos toques en Sabina o Loquillo... Él, por lo menos, ha dejado de cantar en directo La Mataré.

«A diferencia

del machismo, el feminismo defiende la igualdad y es un concepto positivo»

«El pacto de Estado es un avance, pero tiene que ir más allá»

El pacto de Estado sobre la violencia machista parece no haber dejado a nadie del todo satisfecho. «Es un avance -reflexiona García- como lo fue la ley de violencia de género, pero es cierto que probablemente todos hubiésemos sido un poco más ambiciosos. Se activan recursos económicos que antes no existían, y el papel de las mujeres socialistas ha sido muy importante en ello. Pero debe ir un poco más allá».

-¿Qué aspectos mejoraría?

-Lo hablamos antes. La idea de que la víctima solo es la que se da en el seno de una relación. Eso debe cambiarse en la ley. La violación, por ejemplo, no está considerada como violencia de género. Es un delito recogido en el código penal, sí, pero qué ejemplo más claro puede haber de discriminación y abuso. También son necesarias más medidas de protección y apoyo. No puede ser que la víctima tenga que romper sus lazos y marcharse. Debe ser el maltratador el que lo haga.

-¿Cómo definiría el machismo?

-Como la desigualdad que se ejerce sobre la mujer en tantos aspectos, desde el trabajo y el salario al ámbito familiar.

-¿Y el feminismo?

-Es la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres. A diferencia del machismo, que anula, es un concepto positivo.