Ravella desbloquea la parálisis del balneario al adquirir el terreno situado bajo su mirador

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

OSCAR VíFER

El Ministerio de Hacienda cobrará 16.380 euros por los 64 metros cuadrados que impiden concluir su rehabilitación

28 abr 2023 . Actualizado a las 17:55 h.

Si Kafka hubiese vivido en Vilagarcía, fácilmente habría cambiado su castillo por un balneario. El de la playa de A Compostela, una infraestructura municipal que lleva quince años cerrada a cal y canto. Los frentes judiciales abiertos por Placomsa, la sociedad que gestionaba la concesión, explican solo en parte esta completa parálisis del edificio. El resto se debe a extraños vericuetos de la maquinaria burocrática, que están a punto de desaparecer. Lo harán en cuanto el Concello adquiera el terreno ubicado bajo el mirador semicircular del edificio. Un espacio de apenas 64 metros cuadrados que, pese a sus discretas dimensiones, ha impedido durante largo tiempo que Ravella concluyese la rehabilitación del conjunto.

Liquidado ya el rescate del balneario, tras un largo enfrentamiento en los tribunales, el primer paso para el desbloqueo se produjo en mayo de este mismo año, cuando el Servicio de Costas, dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, accedía a una petición cursada por el alcalde, el socialista Alberto Varela, para la desafección de la disputada superficie. Fue este departamento el que, precisamente, frenó cualquier intento de intervención sobre el mirador, por encontrarse sobre una zona de afección marítimo terrestre.

Consumado este trámite, la intención de la Secretaría General del Patrimonio, englobada en el Ministerio de Hacienda, era ceder gratuitamente este recorte de terreno al Ayuntamiento. Sin embargo, tal solución habría desembocado en un nuevo embrollo burocrático, puesto que, a efectos del Registro de la Propiedad y de la Oficina del Catastro, el balcón y la parcela tendrían que recibir un tratamiento único, cuando es evidente que la estructura semicircular forma un conjunto indivisible con el resto del edificio.

En resumidas cuentas, la fórmula más ágil para evitar otro quebradero de cabeza es la enajenación de los 64 metros cuadrados, por los que el Concello pagará 16.380 euros. La operación, explican fuentes municipales, se materializará en cuanto se concrete la partida con la que se financiará la adquisición. En cualquier caso, se hará con cargo a los presupuestos de este año, sin mayor dilación. A partir de ahí llegará el momento de rematar la rehabilitación y repensar el destino del edificio.