Serviocio identificará y retendrá a los sospechosos de agresión sexual

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

El reglamento de la piscina cuenta ya con un protocolo de reacción ante estos ataques

26 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo ocurrido en abril, cuando dos mujeres denunciaron haber sido objeto de sendas agresiones sexuales en uno de los yacusis que funcionan en las instalaciones, llevó al Concello de Vilagarcía a exigir de la empresa que gestiona la piscina y el gimnasio de Fontecarmoa, Serviocio, la elaboración de un protocolo de actuación ante esta clase de ataques. Que fuese una de las víctimas quien tuvo que telefonear a la Policía Nacional, en lugar del personal del establecimiento, fue una de las cuestiones que sin duda pesaron en el criterio de los responsables de la fundación deportiva municipal a la hora de reclamar una pauta firme de reacción. El documento, aprobado la semana pasada por el Consello Reitor del ente municipal, ha sido incorporado al reglamento de régimen interno que rige el complejo polideportivo. Entre otras cuestiones, la compañía concesionaria asume el compromiso de identificar y tratar de retener a cualquier sospechoso de algo así, a la espera de que los agentes acudan a Fontecarmoa.

De acuerdo con el protocolo, son siete los pasos a seguir en cuanto el personal de Serviocio detecte un incidente de naturaleza sexual. En primer lugar, su obligación es identificar a la víctima e informarse cabalmente sobre lo ocurrido. El siguiente paso consiste en telefonear a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía para comunicar la existencia de un posible delito y reclamar la presencia de una patrulla de agentes a la mayor brevedad que sea posible.

La atención a quien haya sufrido algún tipo de abuso es, por lo demás, prioritaria. En este sentido, los empleados de la piscina tienen que alejar a la víctima del presunto agresor, acompañarla al vestuario para que se cambie, si es preciso, y conducirla a una zona tranquila donde pueda recuperarse y descansar. El personal no debe dejarla sola en ningún momento. Mientras tanto, Serviocio se encargará de identificar al presunto agresor ,y, en la medida en que sea posible, también de retenerlo en las instalaciones hasta la llegada de la policía, en cuyas manos quedará la gestión de la situación a partir de entonces. La empresa prestará a los agentes toda la ayuda que precisen.

Expediente sancionador

Los puntos finales del protocolo marcan el proceder que la concesionaria debe seguir días después de la agresión. Serviocio se pondrá en contacto con la víctima para conocer cómo se encuentra y solicitar que formule una reclamación, dejando constancia de lo sucedido. A partir de ese momento, la compañía informará en detalle a la Fundación Pública de Servizos Deportivos Municipais acerca de los hechos denunciados y solicitará la apertura de un expediente sancionador al usuario que haya sido acusado de perpetrar la agresión.

Acceso prohibido para el individuo detenido en abril

El hombre, vecino de Vilagarcía, que fue detenido en abril como presunto autor de una agresión sexual en Fontecarmoa, prestó declaración en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de la capital arousana. La titular de la sala le prohibió, de forma cautelar, que se aproximase a la piscina. El Concello amplió el veto a todas las instalaciones deportivas de titularidad municipal. Esta prohibición se mantiene.

Dos sujetos que aprovechaban el yacusi para abusar de otras usuarias

La primera denuncia por una agresión sexual en Fontecarmoa se interpuso el 24 de abril. Una mujer requirió a los empleados de Serviocio que telefoneasen de inmediato a la Policía Nacional. Relataba que un sujeto, de unos sesenta años, se había introducido en el yacusi en el que ella se encontraba. Tras provocar un primer roce, el hombre se excusó, alegando que se había tratado de un movimiento involuntario. La víctima optó por concederle el beneficio de la duda, pero esta se disipó poco después, cuando el individuo se atrevió a tocarle un pecho y sus partes íntimas. Para colmo de males, a raíz del forcejeo la mujer sufrió una lesión, que recoge un informe médico.

Mientras ella abandonaba a toda prisa el yacusi, el individuo se refugió en una de las saunas de las instalaciones municipales, siendo increpado por algunos de los usuarios de la piscina. Allí lo fueron a buscar los agentes de la Policía Nacional que acudieron a Fontecarmoa, alertados por la llamada telefónica que realizó la propia víctima. Al ver lo que acababa de ocurrir, otra mujer decidió solidarizarse con ella y denunciar al mismo sujeto, asegurando haber sufrido un abuso similar por su parte.

El presunto agresor durmió aquella noche en el calabozo. No sucedió lo mismo con otro tipo, contra el que tan solo se presentaron quejas verbales meses antes por un comportamiento semejante. Otro depredador de yacusi al que la empresa prohibió el acceso al complejo deportivo durante una larga temporada.