Una prestación bien valorada pero en la que falla la tecnología

m. santaló VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

El número de usuarios de un servicio que tiene como principal pega el enganche, crece especialmente en O Cavadelo y Carril

17 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El segundo verano de vida del Vaibike! en Vilagarcía concluye con una buena noticia para los aficionados del desplazamiento en este vehículo de dos ruedas: habrá cinco nuevas estaciones. El dónde se ubicarán está todavía sin concretar, pero la intención es que estas nuevas paradas se sumen más pronto que tarde a las de O Cavadelo, Vilaxoán, Carril, O Piñeiriño y la estación de Renfe. Pero, ¿cómo se encuentra el servicio del que puede disfrutar la ciudadanía de Vilagarcía para realizar sus recorridos desde ya hace más de un año?. Usuarios y gobierno local coinciden en la respuesta: Es un servicio bien valorado pero que carga con el lastre de contar con un sistema tecnológico anticuado. ¿La consecuencia principal?. Devolver la bicicletas a cualquiera de las estaciones no siempre es tarea fácil.

«El sistema de enganche funciona por contacto, pero los sensores dan muchos fallos», explica Sergio Alcaine. Sabe bien de lo que habla. Es el encargado del mantenimiento del sistema operativo que la Labici tiene en la capital arousana y se recorre las cinco estaciones diariamente para solventar los errores que los usuarios le hacen llegar a través de las estaciones o de la aplicación para móvil. «La mayor parte de los avisos son por este motivo. Una persona no puede coger una bicicleta si la anterior no consta como enganchada», indica.

La mejora pasa por la renovación de las paradas. «Aquí se aprovecharon las estaciones que ya tenía el ayuntamiento, pero las que se están instalando ahora por toda España cambian el sistema de contacto por uno de proximidad con el que se evitan el 90 % de los errores», señala Alcaine. Al sistema hay que sumarle el «trote» diario. Algo que no contribuye al mantenimiento de los sensores. Solo hace falta echar un ojo al cierre número cinco de Carril. «Los sensores se deterioran más cuando se sube sobre las bicicletas mientras están estáticas en la estación», indica. Aunque en el caso de ese candado, el peso fue directamente sobre la estación. Los usuarios consultados señalan que es precisamente en la parada de Carril donde más fallos encuentran. ¿El motivo?. «Puede que se deba a que es la única situada es una plaza y no en una zona de tránsito», indica Alcaide. Es, además, junto a la de O Cavadelo, en la que más movimientos se producen. Salvo en los meses de verano, que gana la de Vilaxoán.

Detectado el principal problema, solo queda buscarle solución. No tardará en llegar. La concejala de urbanismo, Paola María Mochales, señala que la puesta a punto de las estaciones existentes vendrá de la mano de la ampliación. También se renovarán los vehículos. Ahora, el 25 % son grises y pertenecen al Concello y el 75 % son blancos y son creados por la empresa. Un pequeño detalle hace de la minoría más antigua y a cambiar un gran valor: las cestas. Usuarios como Alma Díaz, encantada de usar la bicicleta pública para acudir al trabajo, aprovechan para proponer alguna que otra mejora más: «El talón choca con el metal que pone Vaibike! al pedalear y las cadenas de algunas bicicletas están rotas».