Algunos indicadores hablan de un incremento del 3 % este año; las inmobiliarias, del aumento de la demanda
10 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«Falta producto. Falta promoción nueva en el centro de la ciudad». La frase la pronuncia Avelino Barreiro, responsable de la inmobiliaria del mismo nombre. El mercado de la vivienda quiere empezar a moverse, pero la falta de oferta que se ajuste a la demanda existente frustra muchas expectativas, porque «hay gente que entra queriendo comprar y que se va sin poder hacerlo». En todo caso, hay algo que está claro: el valor de los inmuebles ha dejado de bajar. De hecho, según el portal preciosvivienda.com, que analiza la situación del mercado inmobiliario en poblaciones de más de 25.000 habitantes, el valor de casas y pisos en la capital arousana ha crecido algo más de un 3 % en el primer semestre del año.
No es una cifra especialmente destacada, pero parece marcar una tendencia alcista que, según ese mismo informe, va por barrios. Así, durante los primeros seis meses donde más subieron las cotizaciones de propiedades inmobiliarias ha sido en Rubiáns (19,69), seguido de Cea (11,40), Carril (6,94), Sobradelo (3,76), Santa Baia (2,32), Sobrán (1,81) y Cornazo (0,10). De parroquias como Bamio, Solobeira o Fontecarmoa no hay datos disponibles en el informe.
El mismo documento realiza una curiosa indagación: localiza las calles que tienen la bolsa inmobiliaria con mayor valor en el mercado. En el caso de la capital arousana, ese puesto está ocupado por la calle Rosalía de Castro. En ella ubican 1.373 viviendas, cuyo valor total sería de 185.099.749 euros. El valor del metro cuadrado rondaría, según los mismos cálculos, los 1.438 euros. En Pontevedra el valor del metro cuadrado en la calle «que más cuesta», es de 1.512 euros.
El paseo marítimo
«El paseo marítimo de Vilagarcía-Carril es carísimo», confirman en las inmobiliarias locales. «Hay productos muy caros, al nivel de villas turísticas de primer nivel, así que comprar un solar o una casa para restaurar sale por una cantidad desorbitada», explica Avelino Barreiro. Y, sin embargo, a lo largo de ese paseo abundan las edificaciones arruinadas, los solares vacíos. En muchos casos, dice el agente a modo de hipótesis, porque se trata de entornos afectados por Patrimonio, lo que condicionan mucho lo que en ellos se puede hacer.
Curiosidades a un lado, el centro urbano, especialmente las calles peatonalizadas, son las más buscadas por quienes están pensando en comprarse un piso en la capital arousana. Pero en esas zonas la oferta está tan limitada que muy pocos encuentran el hogar de sus sueños en el corazón de Vilagarcía.
185 millones
Rosalía de Castro
Es el valor del parque de viviendas de la avenida que une Vilagarcía y Carril, según el informe de preciovivienda.com. El valor medio del metro cuadrado es de 1.438 euros.
Las viviendas que no encajan
El piso más caro de Vilagarcía roza el medio millón de euros, está en la calle Rosalía de Castro y tiene 230 metros cuadrados. Cumple, pues, una de las características que esbozan en las inmobiliarias cuando hablan de los «más buscados» por los compradores. «Por lo que más se paga es por los pisos grandes», que son los que menos abundan en la ciudad.
En cualquier caso, en Vilagarcía hay también pisos muy baratos. «Puedes encontrar cosas por 35 o 40.000 euros, pero que no se venden y no se van a vender facilmente», explica Avelino Barreiro. ¿Por qué? Básicamente, porque son viviendas antiguas, ubicadas en edificios con muchos años, y que se han quedado muy desfasadas en cuanto a las prestaciones que ofrecen a sus futuros propietarios. En ese capítulo figura todo un clásico: el piso que tiene ya historia y que carece de ascensor. «Hoy en día nadie se plantea comprarse un piso sin ascensor. Hasta las parejas jóvenes no los quieren», razonan en la inmobiliaria ubicada en la calle Castelao.
En esta oficina, como en muchas otras de la ciudad, esperan ansiosos a que las grúas vuelvan a hacer acto de presencia en el cielo urbano de Vilagarcía. En el entramado de calles que le dan forma a la ciudad sigue habiendo solares que podrían alojar nuevos edificios. Pero parece que la recuperación todavía no ha llegado hasta el punto de animar al sector del ladrillo, de modo que las grúas aparecen de vez en cuando en el horizonte, pero para actuaciones muy concretas, muy caras, o de carácter familiar. Toca seguir esperando.