En la oficina de Turismo de la capital arousana se sella, desde hace meses, la credencial de los peregrinos
27 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Galicia siempre ha sido un entorno turístico privilegiado, que cada año acoge a más de cuatro millones y medio de visitantes, atraídos por la calidad de sus playas y la belleza inigualable de sus paisajes. Vilagarcía, capital de la ría de Arousa, es de esas paradas obligatorias en la lista de cualquier viajero. Pocas ciudades pueden ofrecer una localización y un clima tan agradable, frente al mar y sin temperaturas extremas, con una gastronomía de élite, playas con bandera azul, su propio puerto deportivo, cámara de comercio y un patrimonio al que merece la pena echarle un vistazo.
Entre los miles de turistas que llegan a Vilagarcía cada verano, pueden distinguirse tres tipos de viajeros: los que van sin rumbo prefijado; los que vienen con los deberes hechos y con su lista de prioridades para visitar; y los que quieren descubrir las novedades culturales y turísticas más recientes de la zona.
Desde la Oficina de Turismo, cuando alguien llega demandando lugares de atractivo cultural, se le redirige al centro urbano, comentando primeramente las peculiaridades del casco histórico. Los principales puntos de interés son las visitas guiadas a la antigua estación de ferrocarril, el paseo marítimo o el parque de A Xunqueira. Desde ahí, se les va guiando hacia el pazo de Vista Alegre, una de las zonas más representativas del municipio. También se hace especial hincapié en la importancia de Carril y Vilaxoán para la comarca, destacando la gastronomía de la almeja o la isla de Cortegada.
El segundo tipo de visitantes, aquellos que tienen claras sus preferencias, llegan demandando información y horarios de visita de dos entornos en concreto: el pazo de Vista Alegre, una construcción del siglo XVII acotada por la antigua fortaleza medieval al lado del río Con, con tapices y pinturas flamencas en su interior; y la isla de Cortegada, cuyo bosque de laureles supone una rareza botánica única en el mundo, que ayuda a forjar el gusto de los mariscos de la mejor calidad.
Finalmente, entre los intrépidos amantes de las emociones nuevas, se encuentran aquellos que se aventuran con el peregrinaje. La mayoría apuestan por la Ruta del Padre Sarmiento, una reciente variante del Camino Portugués hasta la emblemática ciudad de Santiago que llega desde Combarro y pasa por Carril antes de unirse de nuevo con el camino tradicional, recorriendo los parajes más deslumbrantes de O Salnés. Son muchos ya los peregrinos que se acercan a sellar la «Compostela» en la Oficina de Turismo de Vilagarcía, potestad que se ha concedido al Concello hace apenas unos meses.
Seas un tipo de turista u otro, todos tienen cabida en la acogedora localidad que, sin dejar de ser una ciudad, tiene la suerte de combinar naturaleza con actividad industrial y comercial, motivo por el que la gente de Madrid y Barcelona, principales lugares de procedencia de los turistas estivales, eligen Vilagarcía como destino idílico para pasar sus vacaciones.