Pinturas Chiky y Ebanistería Mariño han elaborado una nueva estructura, que sustituye al apolillado conjunto anterior
12 ago 2017 . Actualizado a las 17:15 h.Ha estado a punto de pasar desapercibido, pero el 2017 no será un agosto más en la centenaria historia de las celebraciones que Vilagarcía dispensa a San Roque. La pequeña capilla dedicada al santo, que da nombre al barrio en el que se enclava, contaba con un retablo de madera de pino, castigado por la humedad y la polilla hasta el extremo de la ruina. La herrumbre es cosa del pasado. En cuatro semanas, Pinturas Chiky y Ebanistería Mariño han elaborado y decorado una nueva estructura, que San Roque estrenará en su gran día, cuando sea llevado a hombros hasta el pequeño templo para dar inicio a la Festa da Auga. La parroquia de Santa Baia les encargó un trabajo que, según sus autores, busca la apariencia del mármol y emplea elementos como el pan de oro y el betún de judea.