Un Primero de Mayo contra la precariedad

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Martina Miser

En Vilagarcía hubo dos manifestaciones y un solo mensaje: los trabajadores deben reconquistar sus derechos

02 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Parece que ya se ha convertido en una tradición: cada Primero de Mayo, dos manifestaciones recorren las calles de Vilagarcía. Una la convocan CC.OO. y UGT. La otra, la CIG. Las diferencias irreconciliables que impiden una marcha unitaria, sin embargo, no aparecen en las pancartas ni se escuchan en los comunicados finales. Porque ayer, tanto en Ravella como en la Plaza de Galicia las voces de los representantes sindicales se alzaron contra la precariedad laboral, contra un sistema que está extendiendo la figura del trabajador pobre, y contra una recuperación económica que no acaba de llegar a las familias.

Las manifestaciones que ayer recorrieron Vilagarcía no alcanzaron los niveles de participación logrados en los años más duros de la crisis, cuando la comarca se desangraba en varios conflictos laborales. Según la Policía Local, la CIG congregó a unas 300 personas; la llamada de Comisiones y UGT habría reunido, según las mismas fuentes, a unas 400. Ambas marchas recorrieron la ciudad sin ni siquiera rozarse. La primera, más ruidosa y viva; la segunda, con menos gritos y consignas.

Pero pese a esas diferencias, la médula de las reivindicaciones era la misma. O Salnés cerró el mes de marzo con 10.603 personas en las listas del paro, un dato ligeramente superior al de diciembre del año pasado (entonces, eran 10.332 los parados registrados en la comarca). El número sigue siendo demasiado alto, demasiado preocupante, demasiado trágico. Pero a todos esos dramas hay que sumarle otros.

«A precariedade está instalada no mundo do traballo», denunciaba la CIG en Plaza de Galicia. «Levamos tres anos de crecemento da economía, pero as melloras non chegan ás familias», afirmaban CC.OO y UGT en Ravella. «O único destino que nos teñen deseñado é traballar onde sexa, polo salario que sexa, o tempo que sexa», volvían a decir desde la Confederación Intersindical Galega. En la plaza del Concello, mientras, apelaban a que «os salarios non aumentan, pero os prezos si». Lo que convierte a muchos trabajadores en «pobres, porque os seus salarios non lles garanten os mínimos».

Este ha sido un Primero de Mayo centrado, también, en la necesidad de «recuperar os dereitos» que se han ido perdiendo, dicen los sindicatos, durante la crisis. En ese sentido, destacaba la pancarta que ayer portaban, en la manifestación de Comisiones Obreras y UGT, trabajadores del Gran Hotel que han sido despedidos por Hotusa, la empresa que actualmente gestiona este establecimiento. Están convencidos de que se fueron a la calle «por defender os dereitos dos traballadores», y están dispuestos a reconquistar sus trabajos en los juzgados. De hecho, esta misma semana tienen cita en la Audiencia de Pontevedra por esta cuestión. «Vivimos un momento de precariedade laboral. Xa basta de abusos», decían los delegados despedidos del hotel de A Toxa.

Representación política

En la manifestación unitaria de CC.OO. y UGT había una nutrida representación del PSOE de Vilagarcía. Allí estaban el alcalde, Alberto Varela, el concejal Miro Serén y el diputado socialista Julio Torrado. También Esquerda Unida acudió a la marcha: portando la bandera de la organización caminaban, Juan Fajardo y Suso López. Y detrás de una de las pancartas el concejal Miguel Alves, que acaba de ser expulsado de la organización esquerdista. Ramón Bueno, que ha corrido su misma suerte, portaba la pancarta con la que se abría la marcha, caminando al lado de la nueva responsable comarcal de Comisiones Obreras, Celia Iglesias.

En la otra comitiva, la de la CIG, participaron numerosos concejales y militantes del BNG, grupo que llevaba su propia pancarta. Al final del recorrido, en la plaza de Galicia, antes de los discursos se cantó la Internacional y, como colofón, el himno gallego. Para quien tuviese dudas con las letras, la CIG repartió pasquines con ellas.