«He descubierto que no siempre se tiene la razón»

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

mónica irago

El político vilagarciano se siente un «privilegiado» y dice que los diputados «trabajan más de lo que parece»

05 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo político de raza inicia su aventura en ese mundo en alguna protesta estudiantil. Hace años se presumía de haber corrido delante de los grises en la Complutense. Ahora ya no hay grises y, quizás, se corra menos, pero sigue habiendo revueltas estudiantiles y siguen surgiendo políticos de ellas. Una de las más sonadas en Vilagarcía tuvo lugar cuando el siglo pasado expiraba. Los estudiantes del instituto decidieron que las cosas se podían hacer mejor y sus protestas provocaron la dimisión del director. En aquella pelea estaba ya un joven Julio Torrado que hoy es diputado autonómico por el PSOE. No era entonces todavía militante del partido, pese a que su abuelo era el presidente de la agrupación local, pero sí podemos decir que de aquel bautismo surgió el Torrado político. «Aquello me sirvió para darme cuenta de que se pueden hacer cosas. Con 17 años siempre es más emocionante saber que estás peleando por algo», recuerda.

Berride y Pose

De ahí a la afiliación de Xuventudes Socialistas hubo un paso y medio paso después fue el salto al partido grande. Entonces se necesitaba el aval de dos afiliados para obtener el visto bueno. A Julio le dijo su abuelo que él no se lo iba a dar, que los buscara. Los encontró en Carlos Berride y Modesto Pose. «Coincidió la época de mi afiliación con la mayoría absoluta de Aznar. Cumplí 18 años en febrero y él ganó las elecciones en marzo. Ese fue mi debut y si uno supera eso supera casi cualquier cosa», bromea.

Tres lustros más tarde ya puede hacer un pequeño diagnóstico de cómo es el PSOE: «No conocía la vida interna de los partidos. Me molesta que vaya tan lento en algunas cosas. Con el tiempo he descubierto también que uno no siempre tiene razón, aunque crea que la tiene.».

La universidad paró la actividad política en primera línea de Julio y debemos saltar hasta el 2008 para encontrarlo de nuevo en la trinchera. Etapa aquella de nuevo movida para el partido a nivel local tras la marcha de Gago. «Javier escribió alguna vez que somos hijos de nuestro tiempo; él ha hecho cierta autocrítica sobre alguna de sus medidas pero fruto del tiempo. También es cierto que hay que ver cómo era Vilagarcía en 1991 y como fue en 2007. Pasó de ser un pueblo gris a una pequeña ciudad con mucho color. Puedo discrepar con él en alguna cosa pero estoy de acuerdo en un montón de ellas», zanja.

¿Puede repetirse aquello? ¿Ve a Alberto Varela doce o dieciséis años como alcalde? «Veo a Alberto como un gran alcalde. He descubierto que tiene una capacidad de aprendizaje en su acción política mucho mayor de la que podía pensar. Tengo la sensación de que puede durar mucho tiempo pero es posible que el día de mañana Alberto tenga propuestas para irse más arriba», responde. La longevidad en la política da para mucho, nunca mejor dicho, y Julio está siempre dispuesto para lanzar el dardo: «A mí Martiño Noriega me parece un viejo y Manuela Carmena me parece joven y no es una cuestión de edad. Cierto es que uno ve a Gonzalo Durán, que lleva mucho tiempo como alcalde, y parece viejo y es un poco carca, con lo cual algunos sí responden al cliché».

Aquella precampaña para las últimas municipales fue movida. Torrado afirma que hubo generosidad y que no veía a nadie «con ganas de poner al partido en un problema. Elegimos a un candidato a ocho meses vista y fue evidente que fueron suficientes. Se desmontaron algunos mitos como que el candidato tiene que ser híperconocido de entrada o que hace falta que tenga ciertos contactos en algunas redes. Nosotros creemos que se jugó el efecto de la famosa mayoría silenciosa. Se trata de conectar con lo que la gente demanda, no tanto con hacer procesos más o menos llamativos. Soy un clásico, creo que la marca de los partidos todavía arrastra, aunque es verdad que menos que antes». ¿Por qué no Julio Torrado en aquella lista? «No me pareció oportuno. Veo el equipo de gobierno y no sabría decir a quién podría mejorar yo».

La perseverancia

Tras recuperar la alcaldía para el PSOE, la Xunta era el siguiente reto. Torrado partía, tras algún intento frustrado, por fin en puestos de salida en la lista y hace tres meses y medio que es diputado autonómico. Contra una mayoría en absoluta. «Lo mejor es mantener la ingenuidad de pensar que puedes intentar convencerles de alguna cosa. Se trata de defender a quien te ha votado. Todas las proposiciones que he llevado han sido rechazadas por 41 votos pero estoy seguro que conseguiré llevar algún tema que no lo sea», explica. «Hoy en día un porcentaje enorme de la política es comunicación. Se trata de lo que dice el titular al día siguiente con lo cual tienes que adaptar tu formato a eso, pero me gusta salirme del esquema preestablecido. Leiceaga, por ejemplo, usa muchos datos académicos y no eslóganes fáciles y eso me gusta», afirma.

«No he votado nada de manera incómoda y no se me ha inducido a defender una posición que no comparto», asegura. La vida, en definitiva, ha cambiado para Torrado «más de lo que me esperaba. Se trabaja más de lo que parece, más de lo que pensaba yo hace seis meses, aunque no pretendo convencer a nadie. Como me gusta lo que hago le dedico mucho tiempo, pero sé que soy un privilegiado».