El PP ejecutó dos expulsiones por motivos de «actitud» y «partidismo»

Serxio González Souto
s. gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

17 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La marcha de Tomás Fole al Congreso de los Diputados, y su consiguiente dimisión como consejero de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía, le ahorraron al alcalde de la ciudad, Alberto Varela, la decisión de destituir al portavoz del PP, que el regidor socialista venía meditando desde julio. El motivo que Varela manejaba para ello recuerda bastante al que Javier Gago empleó, en su penúltimo mandato al frente de Ravella, a la hora de retirarle al conservador Manuel Portas su condición de vocal municipal: la deslealtad con respecto a la institución a la que, en tanto que miembro de la corporación, debía representar; esto es, el Concello. En el caso de Portas, fue su voto contrario a que el Puerto pagase el IBI al Ayuntamiento lo que precipitó su cese. En cuanto a Fole, su negativa a defender el acuerdo plenario sobre la cesión de la antigua Comandancia a Sanidade para la construcción de un nuevo ambulatorio acercó al flamante parlamentario popular a la expulsión.

Bastante más nebuloso se mostró el propio Tomás Fole cuando desempeñaba la alcaldía y destituyó a la nacionalista María Villaronga y al socialista Lino Mouriño, meses más tarde. A la portavoz del BNG le reprochó Fole su «actitud», que veía poco dialogante, e incluso el peso de la UPG en su organización. A Mouriño le acusó de «partidismo» y de filtrar información. Curiosamente no del Concello, ante el que debía responder, sino del Puerto.