El puente de hierro sobre el río Umia permanecerá intacto

Serxio González Souto
SERXIO GONZÁLEZ VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

Los raíles de un trazado que data de 1899 están siendo retirados en tramos de doce metros; algunas piezas han desaparecido en Portas

10 nov 2016 . Actualizado a las 19:32 h.

Tal y como el Concello de Vilagarcía anunciaba esta semana, la retirada del centenario camino de hierro que comunicaba la capital arousana con Pontevedra ha comenzado. Con él se esfumará una infraestructura que, inaugurada el 24 de junio de 1899, dio continuidad a la primera línea férrea de Galicia; la que desde el 15 de septiembre de 1873 unía la localidad de Cornes (hoy englobada en Compostela) y Carril. El trazado no perderá su carácter pionero, ya que sobre sus cenizas se levantará otro servicio inédito hasta el momento a este lado del Padornelo: una Vía Verde, un corredor de uso ciclista y peatonal que recorrerá la mayor parte de los once kilómetros que separan el pazo de Rubiáns de la Azucarera de Portas. Si el proyecto no continúa hasta la ciudad del Lérez es, entre otras cuestiones, porque ese segundo tramo, de 21 kilómetros de longitud, sí se mantiene activo, al servicio de los silos de cemento que funcionan junto a la estación portense.

Es una empresa ubicada en Jaén, Vías y Renovación, la que está desmontando las antiguas estructuras por encargo del Ministerio de Fomento. Una vez despejadas de desprendimientos y maleza, las vías de hierro fueron cortadas a soplete en tramos de doce metros, que una grúa especialmente diseñada para circular sobre los raíles comenzó a retirar ayer en el entorno del río Abelle, en Rubiáns.

Las traviesas de hormigón

Los cuatro operarios que se encargan de esta tarea se centrarán, fundamentalmente, en las piezas metálicas. Hace largo tiempo que las traviesas de madera de la disposición original fueron sustituidas por elementos de hormigón. Estos no serán retirados, ya que servirán como base para el nuevo corredor verde, que discurrirá a través de bosques, prados, construcciones tradicionales y fincas de labradío, con los jardines del pazo de Rubiáns, de excelencia internacional, y el magnífico recinto de la azucarera como puntos de inicio y final.

Existe, en el trazado un punto singular. Se trata del puente de hierro que salva el río Umia, a un paso de la aldea de Paraíso. A diferencia del resto de los entramados metálicos, esta estructura permanecerá intacta y se integrará en la futura ruta. Por lo demás, si la compañía andaluza echa algo en falta son algunos tornillos y ciertas piezas que se han esfumado. Especialmente en la zona de Portas. Poca cosa, teniendo en cuenta los ocho años de abandono en los que cayó la vía.