Vilagarcía vuelve al podio olímpico

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

CEDIDA

Jordi Aragonés alcanza la gran final de los Juegos y busca la cuarta presea internacional de su carrera

19 ago 2016 . Actualizado a las 05:05 h.

Medallista olímpico. Eso es lo que es desde primera hora de ayer noche en España Jordi Aragonés. El segundo vilagarciano que volverá de unos Juegos con una circunferencia de precioso metal colgando de su cuello, tras el oro que Antón Paz se traía de Pekín 2008 en la clase Tornado mano a mano con el pontevedrés Fernando Echavarri. Jordi Aragonés, el preparador físico de la selección femenina hispana de baloncesto que desde una parcela de trabajo tan sensible como la que descansa sobre sus hombros y cabeza, ha aportado su granito de arena para que las muchachas de Lucas Mondelo sigan haciendo historia en el deporte de la canasta. Derrotando un 18 de agosto en el parquet del Arena Carioca de Río de Janeiro a la vigente campeona de Europa, Serbia, por un elocuente 68-54, para plantarse en la primera final del combinado femenino español en unos Juegos Olímpicos.

Con la plata ya asegurada, Aragonés volverá a ser mañana sábado a partir de las 20.30 horas -horario peninsular- uno más en esa piña que jugadoras y cuerpo técnico han formado hasta el punto de transformarse en una suerte de gran bola de nieve que rueda sin temor a llevarse nada por delante. Incluso a la todopoderosa selección de los Estados Unidos, previsible rival por el oro de Río -el cuadro americano arrancaba a medianoche su semifinal con Francia-, con la que España ya se vio las caras en la fase de grupos encajando un 63-103 en la que ha sido la única derrota de las de Lucas Mondelo en sus siete partidos en Brasil. Claro que entonces a las europeas no les interesaba un choque a cara de perro y sí ahorrar fuerzas para llegar a donde han llegado. Y quizá, ¿por qué no?, tomarse la revancha de la final del Mundial del 2014 de Estambul, en la que España caía 64-77 con el cuadro de las barras y estrellas firmando la segunda de las tres medallas internacionales que esta generación de oro encadena desde el 2013, cuando ganaba el Europeo a Francia en suelo galo, colgándose en el 2015 el bronce en la gran cita continental. Con Jordi fijo en el banquillo, desde su desembarco en la selección en el 2012 para un Preuropeo.

«¿A por el oro en Río? ¡Pues claro! Este equipo siempre está ahí. ¿Por qué no?», decía Jordi el 17 de junio tras sellar el pase a Río en el Preolímpico de Nantes. «Amig@s... NI EN MIS MEJORES SUEÑOOOOOS!!!!! ESTAMOS EN UNA FINAL... OLÍMPICAAAAA!!!!!!!» escribía ayer en su cuenta de Facebook. El primer pie ha cruzado ya al sueño.