El Sergas admite por primera vez que sopesa un nuevo ambulatorio

s. gonzález, c. barral VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

m. irago

El gerente del área sanitaria ve prioritaria la búsqueda de una solución para Vilagarcía

23 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En apenas 48 horas, el futuro de la parcela sobre la que se levanta la antigua Comandancia Naval ha experimentado un rotundo vuelco. Hace una semana, la inauguración en el vetusto edificio del centro de emprendimiento de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Pontevedra, con participación activa de la Autoridad Portuaria y los conselleiros de Economía y do Mar, parecía dar el portazo definitivo a la posibilidad de que los terrenos fuesen cedidos para la construcción en ellos de un ambulatorio. El miércoles, una visita técnica de la Consellería de Sanidade abría una rendija para el proyecto, que el gobierno municipal socialista defiende a capa y espada, al considerar los inspectores que el solar reúne las condiciones adecuadas. Pues bien, ayer fue el propio gerente del área sanitaria Pontevedra-O Salnés, José Manuel González, quien incidió en esta misma línea al admitir, por primera vez, que el Servizo Galego de Saúde se está planteando seriamente la creación de un nuevo centro de salud en Vilagarcía.

González presentaba en Pontevedra el balance asistencial del primer semestre del año cuando, en un momento dado, se refirió a las inversiones futuras en el área sanitaria: «Se está trabajando en dos centros que entendemos prioritarios, para hacerlos nuevos o reformarlos, los de San Roque, en Vilagarcía, y Caldas de Reis». El gerente se detuvo, a continuación, en la inspección desarrollada esta semana en los terrenos de la disputada Comandancia: «Yo no he ido, pero sí técnicos de la consellería, y no sé si de lo que están hablando es de adecuar el edificio o el terreno; no siempre sale más barato reformar un edificio que demolerlo y hacer una cosa nueva».

Sus palabras confirman el interés del Sergas por el solar, ya que no por las viejas instalaciones, que los operarios de Sanidade han descartado. La pelota vuelve así al tejado del Puerto, su propietario, al fin y al cabo,