El Neptuno arousano sigue en su trono

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Cumplirá 44 años en agosto y acaba de ganar el título autonómico con su club, el A Raspa

19 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay un vídeo colgado en las redes sociales en el que se ve a Ricardo González (Vilagarcía, 1972) ejerciendo de submarinista... y de cirujano. Regresando a puerto tras un entrenamiento vieron él y su compañero a un alcatraz atrapado en un palangre. No lo dudaron. Ricardo se lanzó al mar y capturó al ave. La subieron a la embarcación y consiguieron liberar al animal. Es un ejemplo de cómo entiende Ricardo su relación con el mar. Una relación que suma ya muchos años, él cumplirá 44 en agosto, y que lo ha transformado en un auténtico Neptuno arousano, en el rey de la aguas arousanas.

Ricardo ha perdido la cuenta de los campeonatos gallegos por equipos que ha ganado. Y no es una exageración, dice que varios pero no consigue concretar. El último, el de este 2016 hace apenas diez días en aguas de O Grove con sus compañeros de A Raspa. Un título que le hace una especial ilusión por lograrlo con este club, formado hace unos años. No es el más importante de la entidad, que allá por el 2008 consiguió incluso el título nacional. Ahí estaba también Ricardo, pero con otros compañeros en el trío. Entonces eran Antonio y Eugenio Linares. Este año lo consiguió con Iván García y Manuel Blanco. Los tres se desplazarán a Tarragona en el mes de octubre para participar en el Campeonato de España. Ricardo también había conseguido su clasificación para el individual pero ha declinado participar. En la modalidad individual sí que le salen las cuentas. Siete veces subió a lo más alto del podio.

«Un deporte de largo recorrido»

¿Es normal estar en primera línea cuando ya los cuarenta han quedado bastante atrás? «Este es un deporte de largo recorrido», contesta Ricardo. El vilagarciano explica que en la pesca submarina manda la condición física pero también tiene un punto fundamental en la fórmula del éxito la experiencia. De hecho, esa combinación fue clave para que el A Raspa consiguiera el título autonómico. «Se dieron unas condiciones muy especiales. Había muy poco pescado y el afloramiento provocaba que el agua estuviera turbia. Nosotros conocíamos la zona y la experiencia nos ayudó», recuerda.

La constancia es fundamental. Durante los meses de invierno Ricardo aprovecha los fines de semana para salir al mar a entrenar y ahora, en verano, aumenta la frecuencia. El trabajo en el agua se combina con el gimnasio. Más allá del esfuerzo físico, para Ricardo González lo más complicado para evitar la tentación de guardar el arpón en el armario es el cansancio psicológico. «Ahora ya cuesta mucho salir a competir», confiesa.

Un esfuerzo psicológico que en el caso de Ricardo merece un comentario al margen. El vilagarciano se vio envuelto durante muchos meses en una agria polémica con los anteriores responsables de la Federación Gallega. Una polémica que obligó a Ricardo a tramitar su licencia por la Federación Navarra y a convivir con sanciones y situaciones muy desagradables en las pruebas en las que participaba. Fue precisamente el club de Ricardo, A Raspa, el que lideró la batalla contra la anterior directiva. Una batalla que ahora está en los tribunales por supuestas irregularidades en el apartado económico.

El espíritu del Chony

Con el Campeonato de España por clubes todavía lejos, el próximo objetivo de Ricardo es más cercano. Y más especial. Será la prueba del calendario gallego que organizará su club el último fin de semana del mes de julio. Fue una de las pretensiones que tuvo el club A Raspa, conseguir que Vilagarcía volviera a estar incluida en el calendario. Retomar el espíritu del mítico memorial Chony que durante muchos años se celebró bajo la organización del Liceo Casino. Una prueba benéfica que el club vilagarciano organiza con la colaboración de Cáritas y de Amigos de Galicia. Compaginar esa competición con la cena anual que comparte con sus excompañeros de colegio parece un reto más complicado que encontrar esos espectaculares sargos que suele atrapar.