El estatus legal de la Comandancia le da un uso vinculado a la ciudad

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

martina miser

Ravella carece de herramientas para forzar que la parcela tenga un destino sanitario

19 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El debate sobre el futuro de la antigua Comandancia Naval de Vilagarcía ofrece numerosas aristas que, a buen seguro, serán recorridas antes o después. Sin embargo, difícilmente alguna de ellas se internará en el ámbito urbanístico. Porque podrá compartirse o no la decisión de la Autoridad Portuaria de ceder parte del edificio a la Asociación de Jóvenes Empresarios y al Ministerio de Defensa, de acuerdo con un convenio que por alguna razón no acaba de firmarse. Pero no discutirla desde el punto de vista legal, que en este particular asunto se sitúa del lado de la institución que preside Sagrario Franco. Una orden de Fomento, dictada en mayo del 2015, incorpora esta parcela a la zona de servicio terrestre del Puerto. Y priva, de esta forma, al Concello de la capacidad de modificar su uso para destinarlo a equipamiento sanitario, tal y como defiende el gobierno local socialista.

Aquella decisión se incluyó dentro de una modificación sustancial del plan de utilización de espacios y usos portuarios, en vigor en Vilagarcía desde el 2005. La medida corregía algunos errores, incluía en la zona de servicios terrestres aquellas superficies que se generaron con posterioridad a la aprobación del plan y, por último, hacía lo mismo con la vieja Comandancia. No solo afecta al solar en el que se levanta el edificio, sino también a aquellas parcelas adyacentes que también fueron cedidas a Defensa en su momento como área de seguridad y revierten en la Autoridad Portuaria dentro del mismo proceso. Se trata de una superficie total de 5.582 metros cuadrados a los que el documento otorga un uso mixto: uso vinculado a la interacción Puerto-Ciudad, así como un uso portuario complementario auxiliar. Esto hace posible que los terrenos se dediquen a equipamientos culturales, recreativos, certámenes feriales, exposiciones y otras actividades comerciales no estrictamente portuarias. «No es una cuestión de legalidad, sino de ética y moral», reflexiona el alcalde, Alberto Varela, quien reconoce que el Concello tiene las manos atadas en este aspecto, al menos hasta que el plan especial sea sometido al criterio de los técnicos municipales, pues debe adaptarse necesariamente al PXOM.

«La ciudad en su momento permitió que se realizasen los rellenos en los que está construida la Comandancia, y lo lógico es que, perdido su uso militar, la parcela sea devuelta a la ciudad para su utilización abierta por parte de los vilagarcianos, bien a través de un centro de salud, como defendemos desde el gobierno y defienden otros grupos, bien con cualquier otro uso», concluye el regidor socialista.

Por lo que respecta al centro de emprendimiento que la AJE inauguró la semana pasada y ocupa buena parte de la planta baja del inmueble, otro cambio legal permite que esta actividad se desarrolle sin necesidad de que el Concello le conceda licencia para ello. La Lei de Emprendemento e de Competitividade Económica de Galicia establece que es suficiente una comunicación previa por parte del titular de dicha actividad, en este caso la asociación de empresarios.

La ley permite que la oficina de la AJE funcione sin necesidad de licencia municipal