Otro intercambio de palos dialécticos a cuenta de un trámite que se remonta a Fole

Serxio González Souto
s. gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

16 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Visto lo visto, el proceso de instalación de Alcampo en Vilagarcía atesora, todavía, un enorme poder de incitación a la bronca política. Ni el juego del gato y el ratón al que se abandonó el anterior gobierno local en vísperas de las elecciones que lo enviaron a la oposición. Ni el veto implantado por todos los grupos salvo el popular. Ni siquiera la constatación de que la multinacional sigue adelante con su intención de desembarcar en la ciudad parece motivo suficiente para apagar la luminaria dialéctica en aras de que las tramitaciones, despojado el hipermercado de su aureola de centro comercial, sigan su curso.

El último episodio de este enfrentamiento perenne se escenificó ayer. El exalcalde, Tomás Fole, había calentado la Xerencia de Urbanismo al acusar a Varela y a su equipo de «torpedear» esta iniciativa, exigiendo un proyecto de urbanización añadido que, denunciaba el portavoz del PP, sería innecesario. No pudo Fole mantener su argumento ante el resto de miembros del consello. Por la sencilla razón de que, en realidad, la exigencia de que los promotores presentasen un segundo documento en relación con la calle Xílgaro, independientemente del estudio de detalle aprobado en su día, no fue cosa del actual gobierno socialista, sino del bipartito conservador que él mismo encabezó hasta el 2015.

El propio Fole requirió su presentación en octubre del 2014, cuando era alcalde. Así que Varela se permitió zanjar la cuestión: «Semella ter tanta presa que minte e non se entera de nada».