Mañana???21 horas ??Vilagarcía???Auditorio???5 euros?? Nunca está de más pero en ocasiones se torna imprescindible. Tiene el teatro hechizo y potencia como para tornar en fascinante una historia amarga que nace de un entresijo de dolores y de una comunión de soledades.
Palabras Malditas, ya se ha dicho, es una obra ambientada en la posguerra pero no es una obra de la posguerra. Sería ingenuo pensar que los asuntos que trata -la soledad, la estigmatización social, la venganza, el olvido, la pasión o la muerte- son cuestiones solo de aquel momento. Sus personajes lo saben bien. Lo sabe César Rincón, un profesor de lengua francesa, apasionado de los malditos, que, perseguido, se ve obligado a huir de Vilagarcía. Lo sabe Clara Campos, una alegre y hermosa chica criada en el hospicio, a la que las monjas pusieron en la calle al cumplir 21 años y que ahora se gana la vida brindando sus favores a los hombres más poderosos de la ciudad. Lo sabe doña Ermitas, una sencilla mujer que ni aprender a leer pudo y a la que arrebataron su único hijo, reclutado por la fuerza para picar roca en las obras del Valle de los Caídos.
Los tres coinciden, por razones bien distintas, en una vetusta pensión clandestina de A Coruña. Y allí, a golpe de rimas y de versos, de café de extraperlo y de alguna copita de Oporto, surge una amistad y una pasión compartida que finalizó por generar dos de las voces poéticas más excelsas de las siguientes décadas.