Una descarga de túnidos triplicará el trabajo de la estiba en Vilagarcía

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

La descarga de túnidos solo puede realizarse a mano, de ahí su capacidad de generar trabajo.
La descarga de túnidos solo puede realizarse a mano, de ahí su capacidad de generar trabajo. vítor mejuto< / span>

El «Antilla» generará en los muelles medio millar de jornales durante dos semanas

15 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Su nombre es sinónimo de trabajo, cuestión que no sobra precisamente en los muelles de Vilagarcía de un tiempo a esta parte. Se llama Antilla, procede de las Seychelles, su atraque se espera para hoy y en el interior de sus bodegas viajan tres mil toneladas de túnidos. Desde siempre, este tipo de descarga, que necesariamente debe desarrollarse a mano, es el capítulo que más jornadas y mejores salarios genera para los estibadores, quienes llevan años contemplando cómo su labor va a menos. Liquidada por ley la vieja Sestiva, su sucesora, la Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios (SAGEP), cuenta con una plantilla de apenas cuatro empleados a los que se suman la veintena de operarios que conforman la lista a la que las cuatro empresas estibadoras con actividad en la capital arousana (Boluda, Carrasco, Nogueira y García Reboredo) recurren. En un día normal, con unos tres buques en operación, su número es suficiente para sacar adelante la faena. La carga que porta el barco, con bandera de Curaçao y consignado por Carrasco, prácticamente triplicará la mano de obra en Comboa.

Según los cálculos que manejan las compañías portuarias, esas tres mil toneladas de túnidos darán lugar a medio millar de jornales durante las dos semanas que, como mínimo, tardarán los estibadores en realizar su descarga. El trabajo de músculo regresa, por lo tanto, a un puerto que llegó a ser el cuarto de España en el ámbito de la pesca congelada antes de que el movimiento de esta clase de mercancía cayese en picado ante el empuje de la orilla norte de la ría.

Si en una jornada corriente son una veintena los trabajadores que operan en el Puerto, durante los próximos quince días su número oscilará entre las cincuenta y las sesenta personas. Un crecimiento que da cuenta del papel fundamental que los túnidos representan en la actividad portuaria.

¿Recuperando el tráfico?

Es la primera vez que el Antilla recala en Vilagarcía, pero no, ni mucho menos, la primera ocasión en la que surca el mar de Arousa. Se trata de un buque que ha visitado radas como las de Ribeira y Barbanza. Que ahora se dirija al único puerto de interés general de la ría puede constituir una simple anécdota o erigirse en el peldaño inicial para la recuperación de un cierto nivel de pesca congelada en los muelles.

Existe, al parecer, al menos otro barco cuya entrada debería llevarse a cabo en las próximas semanas. Bastará con que su volumen de túnidos sea siquiera semejante para hacer del 2016 un año verdaderamente notable para Vilagarcía por lo que respecta a los congelados. Si bien el ejercicio pasado se cerró con 6.261 toneladas, lo cierto es que se trataba de productos como el calamar, cuya estiba ni de lejos es tan exigente. Si la capital arousana fuese capaz de consolidar un buque cada dos o tres meses, el volumen de descargas podría alcanzar las quince mil toneladas.