«Es una sensación fantástica»

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

CEDIDA

El vilagarciano atesora desde el domingo el recuerdo de recibir de Arydas Sabonis su medalla tras tumbar al Zalguiris. La recompensa a tan solo 4 horas diarias de sueño durante la semana y media de trabajo de preparación antes y durante el torneo del k.o. Alberto Blanco analiza y valora su experiencia lituana

23 feb 2016 . Actualizado a las 11:52 h.

«Miro para atrás, veo mis inicios en el Liceo, y me digo, ¡bufff...! A dónde he llegado». Alberto Blanco (Vilagarcía, 8 de enero de 1970) aprovechaba ayer sus primeras 48 horas consecutivas de permiso desde que el pasado 17 de agosto firmaba su primer gran contrato en el baloncesto profesional masculino de la mano del Lietuvos Rytas. Dos días para asimilar y paladear del mayor logro de un arousano en el mundo de la canasta. El título de campeón de la primera Copa del Rey de Lituania, frente al coloso Zalguiris Kaunas. Y con Alberto Blanco como pieza estratégica, autor de un vídeo motivacional de 4 minutos guardado bajo llave que los jugadores de Tomas Pacesas vieron 40 minutos antes de la final, con el conocido resultado.

-Medio año en Lituania, y ya luce palmarés en uno de los grandes paraísos terrenales para todo amante del baloncesto...

-Ganar una Copa en un país como este, donde el baloncesto es el deporte rey, me hace sentirme feliz. Ganar una Copa del Rey, que en este caso es además la primera, porque antes se llamaba Copa Federación, queda marcado, queda para siempre. Y en un club que llevaba sin ganarla desde hacía 6 años, con la consiguiente presión por hacerse con ella, lo que ha hecho que haya sido muy, muy festejada, aunque sea la cuarta Copa que el Lietuvos gana en su historia.

-¿Cómo es eso de ganar una Copa del Rey en un país donde el deporte de la canasta es religión, y a costa del coloso nacional, el Zalguiris de nada menos que Sarunas Jasikevicius?

-Primero, fue un trabajo enorme, claro. Tres días, tres partidos, que al entrenador ayudante le exigen el trabajo de escouting del rival; un trabajo muy sucio, muy sacrificado, de pasar muchas horas estudiando al otro. Después de ocho ó nueve días durmiendo 4 horas, porque la mente no me dejaba descansar, porque quería hacerlo lo mejor que podía, cuidando todos los detalles, para estar tranquilo en la final y tener la cabeza lo más despejada posible tuve que tomar una pastilla del sábado al domingo para dormir bien, y logré hacerlo 8 horas. Me pasé tres días sin poder salir a correr, lo que no es normal en mí. Por la presión, por las ganas de ganar, y de no cometer un error en mi trabajo. Después de todo eso recibir la medalla de manos de Aryidas Sabonis delante de 10.000 personas en el pabellón de tu equipo, con tu foto en un videomarcador gigantesco, es una sensación fantástica. Es un título importante para mi carrera. Me siento muy contento por toda la gente que me apoya día sí y día también. Por mis amigos y la familia, como mi hermano Carlos, que no se quiso perder la final desde una tableta de camino a una actuación a Noia.

-¿Lo del Lietuvos y el Zalguiris llega al grado de rivalidad del Real Madrid y F.C. Barcelona?

-Sí, sí. Más. Más... Más. Es tremendo. Es tremendo, tremendo. Hay 100 kilómetros entre ambas ciudades, y la rivalidad es gigantesca. Dos equipos que pelean por lo mismo. El Zalguiris es el gran dominador de Lituania, y el Lietuvos nació con la intención de romper esa hegemonía. Son dos vasos comunicantes. Cuando uno gana el otro está mal.

-Se podría decir que el Obradoiro acabó consiguiendo este fin de semana su trocito de Copa...

-Yo me siento muy gallego. No solo del Obradoiro. Para mí fue un orgullo haber trabajado para el Obradoiro -fue director deportivo en la temporada del ascenso judicial del equipo santiagués a la ACB-. Me alegro de que un entrenador gallego haya ganado un título en Lituania. Es bueno para nuestro baloncesto, que necesita crecer, y mirar a veces hacia otros caminos para seguir mejorando. Es un momento de exportar, de pensar que este deporte tiene que ser más mayoritario en nuestra comunidad.

-¿Se imaginaba ver el nombre de Alberto Blanco asociado al del primer campeón de la Copa del Rey de Lituania cuando desembarcó en agosto en Vilna?

-Honestamente era un objetivo. Cuando vine aquí estaba claro que el objetivo era ganar la Copa y ganar la Liga. Cuando firmé sabía que no había otro objetivo que este. Y llevo más de 6 meses absolutamente concentrado. Con mucho sacrificio personal, mucho sacrificio familiar. No ha sido fácil. Con mejores, buenos y malos momentos. Con lo cual la alegría fue muy importante.

alberto blanco vila entrenador ayudante del primer campeón de la Copa del Rey de lituania

«Mi vida en Lituania fuera del Lietuvos Rytas no existe»

El día 17 Alberto Blanco cumplía su primer semestre en Lituania. Y aún no ha podido conocer bien Vilna, su ciudad de trabajo.

-A usted nunca le ha faltado arranque para salir de España. Ya vivió una temporada en los Estados Unidos (dos años), y también en Mozambique. En todo caso, ¿ha sido dura su adaptación a Lituania y al engranaje del baloncesto profesional masculino europeo?

-A mí no me asusta pasar las montañas de Lugo. Es algo que he tenido claro siempre. Al revés, siempre he soñado con esto, que más allá de las montañas había cosas por disfrutar. La adaptación en Lituania ha sido exigente. Ha sido una dedicación exclusiva al 100%. Horas, horas, horas y horas. El trabajo no para, haciendo vídeos de sistemas de otros equipos, algo que nunca había hecho a este nivel. Antes me dedicaba mucho más a analizar a jugadores. Me exigió un cambio de perspectiva. Pero vine muy concienciado, con un único objetivo, hacer lo que vine a hacer lo mejor posible, dedicándole las horas, 15 ó 16 al día, que hiciesen falta para el equipo. Y ganar la Copa ha compensado de largo todos los esfuerzos, y los malos momentos de una temporada de altibajos.

-¿Cómo es su día a día fuera y dentro del Lietuvos Rytas?

-Mi vida fuera no existe, directamente [ríe]. Porque no tengo tiempo. Me levanto a las 7-7.30 de la mañana, leo la prensa para estar al día, y me pongo a trabajar con el rival siguiente. Cuando jugábamos la Eurocup era una locura, porque teníamos partido cada tres días. Salir a correr es el único rato para mí. Desde las 9 de la mañana a las 9 de la noche dedicado al Lietuvos, porque para eso vine A Vilna. Aún no conocozco toda la ciudad, que no es muy grande. Hoy -por ayer- y mañana es la primera vez que tengo dos días libres desde el 17 de agosto. Incluído fin de año. Yo entrené el 25 y el 31 de diciembre, y el 1 de enero. Jugábamos el día 26, el día 30, el día 2, y si eres profesional, tienes que trabajar, y nada más.

«El cese de Marcelo ha sido el peor momento. Ahí entendí lo que es ser profesional»

El Lietuvos Rytas ganó la Copa con su cuarto entrenador de la temporada, Tomas Pacesas, y con Alberto Blanco como único superviviente del cuerpo técnico que inició la campaña en el equipo.

-¿Algo que le cueste en Lituania?

-Nada. No tengo problemas con la comida, no tengo problemas con la ciudad. Al frío me adapté totalmente. De mitad de diciembre a mitad de enero, incluso a menos 15, menos 20 muchos días. Lo vas llevando. No sé si es peor estar a menos 20, o a 38 en Málaga.

-Su fichaje en el Lietuvos fue obra de Marcelo Nicola, un buen amigo de usted. ¿Cómo le afectó su cese a mitad de noviembre?

-A nivel personal fue el peor momento por el cual he podido pasar, sin ninguna duda. El día que tuve que llevar a Marcelo y a su familia al aeropuerto para mí fue muy, muy duro. Él me dice entonces que tengo que seguir, me recuerda que sabíamos que era algo que podía pasar, y que el club quería que yo continuase. Y en ese momento es cuando yo entiendo lo que es ser profesional. La palabra profesional la conoces de la pe a la ele en momentos como ese. Sabiendo que esto es así, que en momentos como ese tienes que aparcar tus sentimientos, y seguir haciendo tu trabajo, haciéndolo bien, y continuar adelante.

-Las cosas no salieron bien en la Eurocup -el Lietuvos no pasó de la primera fase-, pero la Copa es suya, ¿cómo se presenta la Liga?

-El objetivo del club no estaba en la Eurocup. La juegas, pero eres consciente de tus limitaciones deportivas y económicas. Hemos ganado uno de los dos títulos por los que realmente peleamos. Era un título muy, muy deseado. Seis años se hacen muy largos. En la Liga vamos segundos a dos triunfos del Zalguiris a falta de vuelta y media -de las cuatro del torneo lituano-.

-Lo conseguido el domingo le ayudará a seguir trabajando en el baloncesto profesional la próxima temporada...

-No pienso en eso. Pienso en seguir haciendo mi trabajo lo mejor posible, sin más. Si perdemos esta semana y la que viene, puede ser que el club decida que no está contento conmigo, y me diga vete a tu casa. Aunque espero que sí, que esto me ayude a seguir. Aquí, o en algún otro sitio a este nivel. Pero de verdad que no pienso en eso, porque me equivocaría.