Jerónimo Puertas desempeña la cátedra de Ingeniería Hidráulica de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos en la Universidade de A Coruña. Con las debidas precauciones, porque no conoce en concreto el caso de Vilagarcía, sí afirma que los tanques de tormenta ejercen esa función de contención del agua que precisaría la calle Rey Daviña: «Si se construye bien, se trata de una solución eficaz, que de hecho funciona en otros puntos de Galicia», explica.
Santiago o Ferrol son algunas de las ciudades en las que funcionan estructuras de este tipo. Claro que, a diferencia del objetivo que perseguiría en la capital arousana, lo habitual en Galicia es que se utilicen para evitar episodios de contaminación causados por el desbordamiento de las redes de saneamiento. La ría de O Burgo es un ejemplo claro. En todo caso, concluye Puertas, los tanques desarrollan esa doble función: «En el Mediterráneo el 90 % de los que se construyen buscan frenar las inundaciones».