Lantero, cuatro meses de huelga que consolidaron el empleo digno

martina miserserxio gonzález

VILAGARCÍA DE AROUSA

El conflicto que sacudió Vilagarcía se cerró sin despidos. Poco después, la venta a la firma británica DS Smith abría una nueva etapa en la cartonera

08 feb 2020 . Actualizado a las 21:16 h.

La liebre saltó en septiembre del 2014 e hizo temblar a la capital arousana. La dirección de Lantero, la cartonera implantada en Rosalía de Castro en 1950, anunciaba el despido de 12 trabajadores y la conversión de otros 20 contratos indefinidos en trabajo subcontratado a través de una empresa vicaria. El staff alegaba que el balance del 2013 había arrojado pérdidas que, de no tomar medidas, alcanzarían los 8 millones de euros en un período de tres años. Al mismo tiempo, se comprometía a invertir 6,4 millones de euros en la renovación de la maquinaria utilizada en la planta de O Pousadoiro. La reacción del comité fue fulminante. Secundados por una amplia mayoría de la plantilla, sus miembros argumentaron que el Ebdita (indicador de negocio puro, antes del pago de impuestos) indicaba un beneficio de 1,5 millones, rebatiendo las razones de la empresa.

Con la tensión disparada por el despliegue en la fábrica de vigilantes de seguridad acompañados de perros de presa se iniciaba, el 13 de octubre, una de las huelgas más largas y duras de las últimas décadas en Galicia. El desarrollo del conflicto fue cruento. La dirección disparó el número de desvinculaciones a 56, entre despidos directos y subcontrataciones. Expulsó al presidente del comité, Jesús López, y el ambiente se hizo irrespirable. En el exterior, los trabajadores se turnaban para mantener vivo el campamento de la dignidad. Allí pasaron las Navidades y recibieron un 2015 que en sus primeros meses trajo bajo el brazo una solución.

Antes, Vilagarcía se movilizaba en dos manifestaciones multitudinarias y varios plenos que, pese a sus titubeos iniciales, arrastraron al gobierno local conservador del momento a secundar por unanimidad las propuestas que la plantilla y el conjunto de la oposición presentaban en defensa del empleo.

Aquel sábado, 7 de febrero

Así se llega al sábado, 7 de febrero. La asamblea de trabajadores ratificaba la propuesta de acuerdo que la empresa y el comité alcanzaban horas antes. No habría despidos, pero sí desvinculaciones. Un total de 18 a lo largo de los 42 meses del expediente de regulación temporal de empleo que se pondría en marcha, y permitiría a la cartonera recurrir a él en turnos en los que los operarios nunca estarían más de seis meses sin acudir a su puesto. Los salarios se reducían un 10 % como promedio, a excepción de aquellos situados por debajo de los 20.000 euros anuales. Lantero volvía a la actividad con el reto de conseguir cicatrizar las profundas heridas abiertas por el conflicto.

En verano se desencadena la última revelación. La multinacional británica DS Smith, que ya poseía una participación, se hace con el 100 % del capital de la división de cartonaje de Lantero, que desde junio no aplicaba el ERTE. Será difícil que en Vilagarcía se disipen alguna vez las dudas sobre las verdaderas razones de tanto sufrimiento.

Los trabajadores de la planta recabaron el apoyo unánime del pleno en dos ocasiones FOTO

La única propiedad de Lantero que se quedó fuera de la operación de venta a DS Smith fue la antigua fábrica de Rosalía de Castro. Una superficie de 25.000 metros cuadrados que, de acuerdo con el convenio del 2004, admitiría la construcción de 700 viviendas. El documento, sin embargo, nunca se desarrolló y el pleno lo vació este año de contenido.