Varela lamenta que el «espectáculo» de los salarios oculte «los cambios en Vilagarcía»

Alberto Varela, el alcalde socialista de Vilagarcía, compareció ayer en rueda de prensa para hacer balance de sus primeros cien días de gobierno. Han sido estas jornadas de «grandes sacrificios personales» y de buenas dosis «de sufrimiento» debido al desenlace retardado del pleno de organización, en el que entre otras cuestiones se fijan los salarios y demás emolumentos que lleva aparejada la actividad de los munícipes. Pero al margen de ese asunto y de su insólito final, estos primeros cien días de gobierno han sido también «días de muchos cambios».

El alcalde desgranó ayer algunas de las novedades que han llegado a Ravella con su gobierno. En primer lugar, señaló que «cambió la forma de atender a los vecinos». «El alcalde y todos los concejales hemos tenido decenas de reuniones con colectivos y asociaciones» y así seguirán hasta final de mandato. Hablarán con todos y en todos los lugares, porque otra cosa que dice tener clara Varela es que al gobierno le tocará «salir fuera del centro» y escuchar a los vecinos de las parroquias.

El segundo gran cambio lo sitúa el alcalde en «la forma de atender los servicios». Se puede ser austero de muchas maneras. «No es lo mismo habilitar partidas para los comedores escolares que para torneos de playa. Ahí se ve la ideología de un gobierno».

Llegamos al tercer «cambio» de rumbo marcado por el ejecutivo socialista: se reactivó el PXOM, un documento de «importancia estratégica». Liga a este asunto el alcalde su compromiso de defensa del patrimonio local. Además señaló que en el futuro planeamiento «tenemos que conseguir que no proliferen las grandes superficies. No encajan». Y es que también «cambió el modelo económico que queremos para Vilagarcía», algo que se filtra en las negociaciones mantenidas con los placeros para la reforma del mercado. «Porque no es lo mismo imponer que consensuar».

La lista de novedades llegadas a Ravella con el nuevo equipo socialista afectan, también, «a la forma de relacionarnos con el personal municipal». Alberto Varela reconoció que «tenemos que afrontar muchas cuestiones importantes», como las polémicas brigadas de tarde, «pero ha cambiado la forma de entenderse». Otro tanto se puede decir de la «forma de relacionarse con otras administraciones, porque no es lo mismo que haya ?graciosas concesiones? a pensar en inversiones con criterios estratégicos».

Cuarenta decisiones

En su comparecencia de ayer, Alberto Varela presentó un listado en el que se reunían 40 decisiones de gobierno. En él caben todo tipo de acciones. Algunas que caen de cajón, como la organización de las fiestas de San Roque o las obras de mantenimiento realizadas en varios colegios. Algunas que han sido heredadas, como la agilización y remate de las obras de la Plaza de España o la sustitución de la pasarela de madera de A Xunqueira.

Otras iniciativas, estas ya con el cuño socialista bien a la vista, fueron la ampliación del campo de fútbol de Bamio, la gestión del derribo del acuario de la playa, la limpieza del tramo subterráneo del regato de Santa Mariña, el rechazo de la descatalogación de la casa Becerra o la prohibición de los espectáculos públicos con animales.

No tolerará «nuevos bloqueos»

Varela y su equipo indicaron ayer que «en los próximos meses, la gente va a ver que el cambio es real». Reconocen que el «bloqueo» de la organización municipal y el desenlace de este entuerto, un «acuerdo puntual con el PP», haya podido levantar suspicacias, máxime teniendo en cuenta las «mentiras» de Tomás Fole, al que acusan de firmar un acuerdo «sin leerlo, porque en el en ningún momento se dice que el PP vaya a manejar el 33 % del presupuesto». Varela confía en que, en los próximos años, el gobierno alcance acuerdos con la oposición. En cualquier caso, advirtió que no va «a tolerar» nuevos bloqueos, porque «hay mecanismos» para sortearlos. Por otra parte, el PSOE emitió ayer un comunicado respaldando toda la acción de gobierno.

la cosa política

---

---

---