Vilagarcía también se despide de la Feira das Tapas

VILAGARCÍA DE AROUSA

Los atardeceres «chill out» en la playa fueron los primeros en caer este verano.
Los atardeceres «chill out» en la playa fueron los primeros en caer este verano. FOTO< / span> nacho Feijoo< / span>

Ahituvi, que ya había renunciado al «chill out» de la playa, tira la toalla y dice adiós al certamen de pinchos

10 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante varios años, el calendario estival de la capital arousana ofreció dos fechas en rojo para su gestión a través de la Asociación de Hostaleiros e Iniciativas Turísticas de Vilagarcía (Ahituvi). Los atardeceres desde la playa de A Concha, mecidos por música tranquila y un trago, fueron los primeros en caer. Este mismo verano, la organización anunciaba que no se veía capaz de llevar adelante otra sesión de As nove na praia. Una secuencia de ediciones castigadas por el mal tiempo, el deterioro del material y la omnipresente crisis económica encerraban la iniciativa en el baúl de los recuerdos. No pintaba bien la cosa, pero al menos durante agosto se mantuvo encendida la idea de recuperar fuelle con la Feira das Tapas, trasladada ya al otoño. Había interés entre los nuevos responsables municipales, porque a nadie le gusta llegar y que le saquen de delante dos dulces. Pero al cabo del día tampoco ha podido ser. Ahituvi renuncia, definitivamente, al certamen de pinchos que durante un fin de semana sacaba a los hosteleros de sus locales para que mostrasen su habilidad en el parque Miguel Hernández.

A Peixería, tampoco

Al igual que las veladas chill out tantearon una alternativa para sobrevivir, esta vez al cobijo de los pubs del complejo lúdico de la TIR concluidas ya las fiestas de San Roque, también ante la Feira das Tapas se abrió una última posibilidad: una celebración a cubierto y menos costosa, probablemente en la plaza de A Peixería, a caballo de septiembre y octubre. Como en el caso de los atardeceres musicales, barridos del mapa por la lluvia y el viento de la última quincena de agosto, tampoco esta opción extrema llegará a ninguna parte. Ni habrá pinchos en A Peixería ni en ningún otro lugar. La sexta edición, la del año pasado, será la última. Al menos, de acuerdo con este modelo.

Barras de los conciertos

Al margen de otras consideraciones, esta serie de drásticas decisiones acarrearán inevitables consecuencias económicas para la asociación de hosteleros. El Concello permitió a Ahituvi gestionar las barras de los conciertos, en el parque de A Xunqueira, a condición de que la recaudación obtenida se destinase a cubrir parte de sus gastos en la Feira das Tapas. Habrá que ver qué pasa ahora con ese dinero, mayor o menor. Lo mismo reza para la subvención de 5.000 euros que el Ayuntamiento ponía cada año sobre la mesa para las jornadas de pinchos. Sin tapas tampoco habrá ayuda.

Fin de etapa

El cansancio, en fin, se adivina entre los responsables de Ahituvi. El modelo se asoma a un fin de etapa que la asociación consiguió regatear en un par de ocasiones en los últimos tiempos pero parece haber llegado. ¿Tal vez para alumbrar un patronato?