Presupuestos al margen, una de las herencias más llamativas de cuantas PP e Ivil dejarán en manos del PSOE en Vilagarcía es la remodelación de la plaza de España. Fuente de problemas por los retrasos que acumula, debidos, según la empresa que ejecuta los trabajos, al agotamiento de la veta de piedra portuguesa que emplea en las obras, el plazo de cinco meses para la conclusión de la obra rematará el lunes. Así las cosas, los miembros del nuevo gobierno se marcan como prioridad conseguir que la intervención finalice cuanto antes. Sobre todo porque, ante la lentitud con la que avanza, hay quien teme que las fiestas de San Roque se echen encima aún con el céntrico espacio patas arriba.
Fuentes municipales confirman que la compañía adjudicataria, Stradia Infraestructuras, ha depositado una fianza de 10.000 euros para cubrir cualquier incidencia que le sea imputable, tal y como establece el contrato firmado con el Concello por un importe total de 225.000 euros. Ahora bien, en principio no parecen existir motivos para que Ravella pueda hacerla efectiva. Sobre todo porque la empresa tiene derecho a solicitar una prórroga aunque, hasta donde podía sondearse ayer la cuestión en la Casa Consistorial, todavía no ha formulado esta inevitable petición.
Pleno de actas de despedida
La actualidad municipal encontró ayer un segundo punto de interés, aunque de carácter simbólico, en la última sesión plenaria del mandato, que Tomás Fole presidió como alcalde de Vilagarcía. Se trataba de un formulismo: la aprobación de las actas de la anterior sesión plenaria. La siguiente cita llegará el sábado, con la constitución de la nueva corporación. Un detalle. La portavoz del BNG, María Villaronga, vistió la camiseta de Nunca Máis.