Un convenio de 1978 obliga a Ravella a mantener la biblioteca de Vilaxoán

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

El estado de abandono de la biblioteca y las pistas deportivas de Vilaxoán es alarmante.
El estado de abandono de la biblioteca y las pistas deportivas de Vilaxoán es alarmante. mónica irago < / span>fotos< / span>

La documentación que Fole asegura desconocer demuestra que el centro se creó en terrenos de la Cofradía y que el Concello incumple sus obligaciones

22 feb 2015 . Actualizado a las 13:16 h.

Hace un par de semanas, cuando el vergonzoso estado de la biblioteca municipal de Vilaxoán saltó a la luz pública, el Concello de Vilagarcía arguyó la confusión existente sobre la propiedad del centro para afirmar que en tanto esta no se aclare sería temerario acometer las actuaciones que el edificio necesita como agua de mayo. Es más, el equipo del alcalde, Tomás Fole (PP), llegó a afirmar que ni siquiera la Cofradía, en cuyos terrenos se levantaron hace 34 años las instalaciones, sabe a quién pertenece todo aquello. La documentación obrante en el propio Ayuntamiento, que el bipartito conservador asegura desconocer, dice, sin embargo, algo muy distinto.

Para empezar, Ravella incumple sistemáticamente sus obligaciones sobre el mantenimiento y el suministro de servicios básicos a la agencia de lectura, recogidos claramente en el concierto firmado en 1978 con el Ministerio de Cultura, que financió las obras. Pero, además, demuestra que ninguna de las corporaciones que se han sucedido en los últimos 37 años se ha molestado en incorporar el suelo sobre que se levanta la biblioteca al patrimonio municipal. Aunque los papeles hacen referencia al Fogar do Pescador y a la Cofradía, no existe ninguna acta de cesión, ninguna escritura de segregación de la parcela, ninguna recepción por parte del Concello, por lo que en buena lógica el suelo seguiría perteneciendo al pósito.

Sucede que alguien, en algún momento del verano de 1979, registró en el catastro una finca de 168 metros cuadrados a nombre del Ayuntamiento. Por lo visto, sin ajustarse a ningún tipo de procedimiento legal. Sus dimensiones ni siquiera coinciden con las que el arquitecto que diseñó el edificio menciona en su proyecto: «El solar de forma irregular, de 973,70 metros cuadrados, se encuentra en la parte trasera de la actual edificación de la Cofradía de Pescadores». Aquí sí existe un problema de opacidad que se arrastra desde entonces. El patrón mayor, Manuel Tarrío, ha tratado en distintas ocasiones de cerrar con el Concello un convenio que disipe cualquier bruma. Ni lo consiguió con el anterior gobierno, ni el actual le ha querido escuchar pese a ser, él mismo, concejal por el PP.