Más de un millar de alumnos en Arousa vuelven a las clases de música virtuales

Bea Costa
bea Costa VILAGARCÍA / LA VOZ

VALGA

Martina Miser

Escuelas y conservatorios se adaptan al nuevo escenario, menos Valga, que cierra

28 ene 2021 . Actualizado a las 16:30 h.

La de Vilagarcía fue una de las escuelas de música que durante el confinamiento tuvo que improvisar para adaptarse a la situación generada por la pandemia. Nunca se habían visto en semejante tesitura: dar las clases de solfeo o de percusión por Internet. Aquello pasó y en octubre pudieron retomar las clases de forma presencial, aunque fuera con mascarillas, mamparas y distancia social. Pero el covid-19 nos deparaba una tercera ola; toca volver a tocar ante la pantalla.

En Vilagarcía son casi medio centenar los alumnos afectados; 364 de la escuela municipal Bernardo del Río y 115 del conservatorio profesional. En el segundo caso el cambio no será tan radical porque, aunque el curso comenzó con clases presenciales, desde el principio se pusieron en práctica sesiones a través del aula virtual como formación complementaria. «Grazas a isto, alumnos e docentes están perfectamente afeitos á utilización deste medio. O centro adheriuse este curso ao proxecto de webs dinámicas da Consellería de Educación e conta coa plataforma MOODLE para as aulas virtuais. A maiores, tamén utilizarán o sistema da videoconferencia. O paso ao ensino telemático non suporá máis cambios para o alumnado que o propiamente dito, posto que os horarios das clases mantéñense tal e como estaban», según explican desde el Concello. En el caso de la escuela de música, los profesores están contactando con los alumnos para adecuar los horarios de las clases a las necesidades de las familias, dado que muchos son de corta edad y pueden precisar ayuda a la hora de conectarse.

Un sistema similar se sigue en el resto de las escuelas y conservatorios de la comarca, caso de Cambados, donde las nuevas restricciones no los pillan de nuevas porque la experiencia del confinamiento dejó la logística perfectamente engrasada para impartir las clases virtuales de forma inmediata.

Escuelas municipales como las de Meaño, Catoira, A Illa y O Grove también se incorporan a la nueva operativa, así como otras de Meis y Ribadumia, que funcionan al amparo de las bandas de música. En Vilanova ni siquiera llegaron a iniciar el curso y en Valga acaban de cancelar las clases. El Concello informó ayer de la suspensión de todas las actividades que se desarrollan en el auditorio municipal, lo cual afecta tanto a la escuela como al Centro superior de música, entre otras actividades. Pero, a diferencia de concellos vecinos, en Valga no se recurrirá a la solución telemática, lo que implica interrumpir el curso y que la concesionaria que gestiona la escuela tenga que entrar en ERTE, según informaron desde la propia empresa.

El alcalde, José María Bello Maneiro, justifica esta decisión en la situación sanitaria del municipio: «Mentres non se consigan reducir os casos, a decisión de suspender a actividade é a máis prudente e responsable».

Martina Miser

Un sistema que plantea dificultades a la hora de interactuar con el estudiante, «pero que é mellor que nada» 

b. c.

Todos los profesores consultados coinciden en que las clases virtuales pierden calidad respecto al formato presencial. «Están moi ben de cara á galería, pero un dos grandes inconvenientes é que non podes manter a interacción co alumno», señala Suso Nogueira, profesor de viento metal en Vilagarcía y director de la escuela de música de Vilanova. A la distancia física se suma el hecho de que no todos los profesores y alumnos disponen de las herramientas tecnológicas más adecuadas para abordar este nuevo formato de enseñanza, de manera que, a veces se produce el llamado efecto retardo, o, en el caso de los pequeños, se depende de un adulto a la hora de utilizar el móvil o el ordenador. «É complicado, hai aspectos cos que musicalmente non das chegado, hai moitas cousas que se perden, pero é mellor que nada», añade Vanessa Dopazo, que ayer se vio de nuevo ante la pantalla para impartir sus clases de flauta en Meaño. Para bien y para mal, llueve sobre mojado, de modo que los afectados saben a que atenerse. El hecho de que las clases de instrumento se estuviesen ya impartiendo de forma individual facilita las cosas y, a los pequeños, verse a través de la pantalla hasta les puede resultar divertido al principio. Pero no es deseable que esta situación se prolongue y la gran duda ahora es qué pasará el 18 de febrero. «Se isto se estende moito pode haber falta de motivación nos alumnos», apunta e director da escuela municipal de Meaño, Juan Portela.

La pregunta que se hace mucha agente es ¿por qué hay clases presenciales en colegios e institutos y no en los conservatorios? El propio conselleiro de Educación se lo explicó a los directores de los centros de enseñanza musical a través de una reunión telemática; la Xunta considera estos centros espacios seguros, pero hay que tener en cuenta las restricciones a la movilidad -los alumnos proceden de varios municipios- y el empeoramiento de la situación sanitaria, argumentan desde el Gobierno gallego. No todos comparten esta opinión. La concejala de Educación de O Grove, Pilar Galiñanes, considera que sería viable una fórmula mixta, manteniendo las clases que no precisan instrumento, pero el Concello acata las directrices y actuará en consecuencia. Allí será el lunes cuando la música vuelva a sonar por Internet.