Tres días de luto y frontal rechazo de la violencia machista en Valga

Serxio González Souto
Serxio González VALGA / LA VOZ

VALGA

Martina Miser

El pequeño municipio arousano apela a la conciencia ciudadana para que se denuncie cualquier atisbo de maltrato

11 mar 2019 . Actualizado a las 23:57 h.

El domingo, Javier Bello empuñó una de sus escopetas de caza y abrió fuego sobre su mujer, María José Aboy, para a continuación suicidarse y arruinar la vida de dos familias trabajadoras de Valga, el lugar en el que ambos vivían, y Carracedo (Caldas), de donde el hombre era oriundo. El crimen mantiene al pequeño municipio arousano en estado de conmoción. Veinticuatro horas después del asesinato, los ánimos oscilan entre la indignación, la tristeza, el horror y la incredulidad. De todas formas, si algo es capaz de emerger del abismo de una tragedia así es la dignidad de una reacción colectiva que se sobrepuso al dolor para mostrar un rotundo rechazo a cualquier forma de violencia machista. Una actitud encarnada por los once concejales que representan a sus vecinos y aprobaron no solo el decreto de tres días de luto, sino también, y sobre todo, una condena ejemplar tras un pleno sobrecogedor.

Fue la concejala de Igualdade, Begoña Piñeiro, quien, con la voz rota, leyó la declaración institucional: «A eliminación da violencia contra as mulleres é un reto de toda a sociedade, unha tarefa conxunta que require unha actuación unitaria e máxima coordinación, colaboración e cooperación para facer fronte os maltratadores e construír, entre todos, unha sociedade libre de violencia sobre as mulleres». «A violencia de xénero non é un asunto privado, senón un problema social que se combate con tolerancia cero ante calquera comportamento machista». Son algunos de los fragmentos centrales del documento, suscrito sin fisuras por los dos grupos políticos que conforman la corporación local, el PP y el PSOE.

Coherente con estas premisas, el alcalde, el popular José María Bello Maneiro, hizo un llamamiento a la ciudadanía en nombre de sus compañeros: «Que se denuncie ante os servizos sociais do Concello, o centro de información á muller, as autoridades policiais ou o teléfono contra o maltrato, 016, calquera situación coñecida de violencia de xénero co fin de evitar novas vítimas». Incluso, añadió, «calquera discusión violenta». De acuerdo por una vez en todo con su contrincante político, la portavoz socialista, María Ferreirós, vecina de la víctima, a la que conocía, recordó el 8M y subrayó que «é a desigualdade a que está na base; non se pode permitir nin un paso atrás no avance do feminismo».

El minuto de silencio que se guardó ante las puertas de la Casa do Concello se repitió, poco después, en el instituto de Valga, donde un alumno y una alumna leyeron un comunicado de repulsa y una hermosa poesía. También en el IES Aquis Celenis, de Caldas, en el que los dos hijos del matrimonio, ambos mayores de edad, habían estudiado. «Aínda non cren que sexa realidade», lamentó el regidor, que por la mañana los visitó junto al equipo de psicólogos que los atienden.

Sin denuncias previas ni problemas que hayan trascendido, será difícil saber qué movió a Javier Bello a matar a María José. Por deseo de sus hijos, ambos recibirán sepultura en el camposanto de Carracedo esta tarde. Entretanto, aquellos que coquetean con la banalización de esta lacra, subastando sus conciencias por un mezquino puñado de votos, pueden animarse a dar un paseo por Valga uno de estos días. Tal vez aprendan algo.