Los centros de día públicos están al completo; los privados, casi también

Bea Costa
bea Costa VILAGARCÍA / LA VOZ

VALGA

BEA COSTA

La Xunta oferta 45 plazas en Vilagarcía y Valga, a las que hay que sumar un centenar en los centros particulares

16 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El envejecimiento de la población provoca que cada vez sean más necesarios los servicios para garantizar la atención a las personas mayores, y entre estos servicios figuran los centros de día. En la comarca hay media docena, de los cuales dos son de carácter público. Ambos dependen del Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar y están situados en Vilagarcía y en Valga. Este año está previsto que abra un tercero en Cambados y Vilanova puso a disposición de la Xunta terrenos en Vista Real para que construya un cuarto, aunque no parece que la Consellería de Política Social vaya afrontar esta inversión de momento.

Las quince plazas públicas de Vilagarcía y las treinta de Valga están al completo, y según los datos que manejan en el Concello de Cambados, allí hay demanda de sobra para cubrir las veinte con que se estrenará el nuevo edificio. A estas plazas hay que sumar un centenar de carácter privado.

Abrente lleva trece años atendiendo a personas mayores desde Vilagarcía. Actualmente cuenta con treinta plazas y tiene lista de espera. La mayoría de sus clientes son del municipio pero también acuden de otros concellos vecinos como Vilanova y A Illa. La mitad de estas plazas (16) cuentan con financiación pública a través de las ayudas que reciben las personas con dependencia, lo que les permite disfrutar de un servicio que, de otro modo, quizá no se podrían costear. En este centro, las tarifas oscilan entre los 570 euros al mes por doce horas de atención -de 8 a 20 horas- y los 320 euros por cinco horas.

La mayoría de los centros de día funcionan de lunes a viernes aunque la demanda ha hecho que alguno, como el Lembranzas de Cambados, haya ampliado su horario a los sábados. Este centro cuenta con veinte plazas y también está al completo, de las cuales diez están ocupadas por beneficiarios de la Lei de Dependencia.

En Ribadumia hay otros dos centros de día; uno situado en la residencia Geriatros y otro de reciente apertura, Mimosas, que se ubica en Barrantes y que todavía tiene plazas libres.

En este tipo de instalaciones, las personas mayores encuentran mucho más que un lugar donde pasar el rato. En ellas se dispensan servicios de fisioterapia, rehabilitación cognitiva, animación social, gimnasia, musicoterapia y logopedia, de manera que los usuarios tan pronto juegan a las cartas o al bingo como realizan tareas de cálculo o aprenden a estirar los músculos. En Lembranzas, por ejemplo, colaboran con asociaciones que trabajan con personas con discapacidad como Bata y Con Eles y han empezado a hacer visitas a la guardería de A Illa.

La medida de edad de los usuarios supera los ochenta años y, en general, hay más mujeres que hombres. Los centros de día no están concebidos para atender casos de dependencia severa pero sí acuden a ellos personas que padecen Alzheimer en un grado leve y otras discapacidades físicas y psíquicas.