Un oportunidad para los afectados y un respiro para las familias

Bea Costa
bea Costa VILAGARCÍA / LA VOZ

VALGA

M. m.

Terapias y cuidados se unen a actividades de ocio y de formación educativa, y, cuando es posible, también de inserción laboral

16 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los síndromes de Asperger, Down, Dravet, el espectro autista, parálisis cerebral..., las patologías relacionadas con la discapacidad intelectual precisan una atención especializada que en O Salnés se dispensa en media docena de centros. A los de carácter público, caso del centro de educación especial que la Xunta tiene en Vilagarcía o el Codi puesto en marcha por el Concello de Valga, se suman los centros privados impulsados por asociaciones como Bata, Con Eles, Esperanza Salnés y Amencer. Estos últimos nacieron de la necesidad de las propias familias de contar con un soporte para sus hijos y pudieron consolidarse y crecer gracias a las ayudas de la Administración: Xunta, Diputación y concellos.

Estas aportaciones siempre son pocas pero entre las subvenciones, las cuotas que pagan los socios y las donaciones particulares se ha tejido una línea de financiación estable que garantiza la cobertura educativa y asistencial a docenas de personas, niños y adultos, que sufren discapacidad intelectual. La cobertura que ofrecen estos centros es supramunicipal. Uno de los casos más claros es el de la Xunta en Vilagarcía, adonde acuden chicos incluso de Porto do Son para recibir formación hasta los 22 años. Es la comunidad escolar de educación especial más numerosa, con medio centenar de alumnos matriculados. Otro de los centros que imparte formación académica es el que la asociación Amencer abrió en Vilagarcía con el nombre de Princesa Letizia. Al centro ubicado en O Castriño acuden de lunes a viernes 20 personas, de entre ocho y cincuenta años, que son atendidos por una docena de profesionales, entre logopeda, fisioterapeuta, profesoras, técnicos y cuidadores. Amencer dispone de servicio de transporte propio -tiene usuarios de Vilagarcía, O Grove, Caldas, Catoira, Cambados, Meaño, Sanxenxo y A Estrada- y también dispensa servicio domiciliario.

Talleres y música

Específicamente para adultos, funcionan el centro de discapacitados de Valga (Codi), el centro ocupacional de Saiar (Caldas) y el de Con Eles. A la sede de este último en O Rial (Vilagarcía) acuden 31 personas a diario, de entre 21 y 64 años, que participan en talleres, actividades académicas y de ocio y de Educación Física.

El centro más modesto pero ya con veinte años de trayectoria es el de Esperanza Salnés, situado en Cambados. Allí acuden actualmente 19 niños con diferentes patologías relacionadas con la discapacidad intelectual procedentes de Cambados, Sanxenxo, Ribadumia, A Illa y Meaño.

Es la asociación que arrastra mayor precariedad económica al carecer de una línea de financiación estable. Sobrevive con ayudas de la Xunta, la Diputación y los concellos.