Don Dositeo, el cura de Ribadumia natural de Quireza, sigue soplando velas y va por las 102

b. c. REDACCIÓN / LA VOZ

RIBADUMIA

MONICA IRAGO

08 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Dositeo Valiñas, Don Dositeo como lo conocen todos los vecinos, sigue soplando velas. Este martes celebró sus 102 años y lo hizo rodeado de los suyos, comiendo langostinos, carne en el segundo plato y tarta a los postres. El sacerdote sigue haciendo gala de muy buen apetito, lo que ya no puede es dar misa como venía haciendo hasta hace muy poco tiempo, en concreto el pasado mes de octubre. Arrancó el otoño mal de salud y aunque logró recuperarse, el párroco de Ribadumia no volvió a situarse ante el altar y son los seglares quienes asumen cada vez más protagonismo en el día a día la parroquia en todo aquello que no sea consagrar.

En casa, en la rectoral, Don Dositeo mantiene sus rutinas diarias. Se levanta tarde, lee el periódico a diario para estar bien informado de la actualidad y no perdona el café de después de comer.

Ayer fue un día especial y la velada se alargó un poco más por aquello de que 102 años no se cumplen todos los días. De hecho, Don Dositeo se ha convertido en una de las personas más longevas de la comarca arousana y, de haberlos, serán contados los sacerdotes que siguen en activo superado el siglo de vida. Mientras el obispo no diga lo contrario, él no cuelga los hábitos y sigue al frente de una parroquia a la que llegó hace 75 años y en la que ha visto pasar toda una vida, la suya y la de cientos de familias.

Natural de la parroquia de Quireza, en Cerdedo, a estas alturas es más que un ribadumiense más, no en vano fue nombrado hijo adoptivo de este municipio y los vecinos no dejan pasar la ocasión de demostrarle su cariño. Como ayer mucho felicitándole por su cumpleaños.