Penalti en el 92 y Ribadumia 2-1 Arousa

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo RIBADUMIA / LA VOZ

RIBADUMIA

El árbitro expulsó a Campillo y Ross en el desenlace de un derbi de lo más igualado

22 mar 2021 . Actualizado a las 20:36 h.

El C.D. Ribadumia le endosó su tercera derrota al Arousa en la primera fase de la Liga. En la penúltima jornada, tras 96 minutos de juego en un derbi marcado por la igualdad y desnivelado por el penalti, muy protestado por el conjunto visitante, de Ross al derribar a Álex Fernández en el 92; pena máxima transformada dos minutos después por Brais, con la segunda amarilla a Campillo caldeando ya desde poco antes el desenlace.

Son el Ribadumia y el Arousa dos equipos que precisan del manejo del cuero para poder desarrollar su mejor versión. El recordatorio lo ofrecieron sus respectivos técnicos en sendos onces con pobladas medulares, declaración de intenciones traducida sobre el césped de A Senra en un partido de ida y vuelta, posesiones cortas y contadas presentaciones puerta a puerta.

En este escenario, el conjunto de Rafa Sáez probó la diferencia de tejidos de uno y otro equipo. Mientras el Ribadumia apenas dispuso de un puñado de acercamientos al área rival y un único remate a puerta, un disparo de Monchito desviado a córner por Mon, el Arousa puso a prueba a Roberto Pazos en cuatro ocasiones, suficientes para irse al descanso con esa corta ventaja que la mayoría de las ocasiones decanta los derbis en el mundo del fútbol.

En el minuto 9, Pedro Beda puso testó por primera vez al cancerbero local con un disparo escorado a la derecha de la línea de fondo, mandando Roberto Pazos a saque de esquina. Seis después, Jorge Fajardo probó desde el balcón del área, atrapando el guardameta local. Y en el 24, justo tras aquel tiro de Monchito entre el marco de Manu Táboas, Roberto Pazos volvió a responder con acierto al dardo envenenado a la media vuelta que le lanzó Kilian. En ese momento, el partido avanzaba ya con el primer cambio sustancial en los planteamientos de salida de los estrategas del choque, al abandonar en el minuto 18 Fran Fandiño el terreno de juego por un problema muscular que lo dejaba k.o. tres minutos antes, siendo relevado como pareja de puntas de Charles por Álex Fernández.

A la media hora, Jorge Fajardo, que jugó en banda derecha a pierna cambiada, recibió en la frontal el cuero de Pedro Beda en un pase atrás desde la parcela derecha del área grande, armó su zurda y con un disparo arqueado y no demasiado fuerte sorprendió a Pazos.

El gol sirvió de resorte para que el Arousa ganara metros y porcentaje en el reparto de la posesión, si bien sin más alegrías que un lanzamiento alto de Kilian en el primer metro del área con su par pegado.

Paso por vestuarios, y vuelta a empezar. En la primera acción tras el descanso, Monchito ganó la línea de fondo en el costado izquierdo del área, colocando el balón a un metro de la línea de gol para Cerqueiras. En su primer disparo topó con el cuerpo de un defensor, pero el balón regresó a sus pies y, ya con Manu Táboas y el zaguero en el suelo, solo tuvo que hacer lo más fácil, no tirarla al cielo, sino al interior de la portería arousista. Minuto 46 recién cerrado y 1-1.

El tanto desató la euforia ofensiva del Ribadumia, que durante diez minutos embistió las murallas arlequinadas con sucesivas llegadas, estas ya con más saña que las de la primera parte. Aún así, fue el Arousa el que más cerca estuvo de marcar en estos primeros compases de la reanudación, con el primer córner del período, a favor del Ribadumia, convertido en una veloz contra conducida por Kilian por banda derecha y finalizada por Julio Rey, al que cambió el balón de lado en su llegada solo. Roberto Pazos se resarció del 0-1 convirtiendo un gol cantado en un nuevo saque de esquina.

Repuesto del mazazo, y ya en el campo con su once más reconocible, con Róber entrando por Jorge Fajardo en el descanso y Pedro García relevando a Sidibé en labores de contención, el Arousa se sacó de encima el acoso local, metiéndole el miedo en el cuerpo al Ribadumia con un gran disparo cruzado de Mon en los dominios de Roberto Pazos, que el cambadés detuvo en dos tiempos en el minuto 62.

A partir de ahí el partido retrocedió en el tiempo a ese toma y daca de la primera mitad, pero escaso de percusión. Dieguito, uno de los hombres de refresco de Luis Carro, hizo resonar A Senra con su cabezazo en un balón colgado desde banda izquierda al corazón del área, pero Manu Táboas silenció su gong en el 75.

El partido avanzaba hacia el reparto de puntos y Rafa Sáez puso toda la carne en el asador metiendo a Pillado y Joel a dos del 90. Y entonces el choque implosionó. El árbitro expulsó a Campillo por doble amonestación, la segunda por protestarle por una falta en banda en el 90. Y en el 92 le sacó la segunda tarjeta a Ross por derribo en el área a Álex Fernández a saque de córner. Brais ejecutó la pena máxima, dando un giro final al guion: 2-1.

FICHA DEL PARTIDO:

C.D. RIBADUMIA (2): Roberto Pazos, Santi, Pablo González, Miguel Vázquez, Carlos, Cerqueiras (Brais, min 88), Óscar Martínez (Cheri, min 68), Óscar Iglesias, Monchito (Dieguito, min 68), Fran Fandiño (Álex Fernández, min 18) y Charles. 

AROUSA (1): Manu Táboas, Javi Fontán (Joel Sanabria, min 88), Campillo, Ross, Cotilla, Sidibé (Pedro García, min 60), Kilian, Mon (Pablo Pillado, min 88), Julio Rey, Jorge Fajardo (Róber, min 46) y Pedro Beda. 

GOLES: 0-1, min 30: Jorge Fajardo. 1-1, min 46: Cerqueiras. 2-1, min 94: Brais, de penalti.

ÁRBITRO: Miguel Oliveira, del Colegio de Pontevedra. Expulsó por doble amonestación a los visitantes Campillo (min 90) y Ross (92). Amonestó también a Monchito, Charles y Carlos, por el Ribadumia; y a Sidibé y Jorge Fajardo por el Arousa.

El cuadro arlequinado, sin su dúo de centrales frente al Alondras

Cara y cruz. La cara del técnico del Ribadumia, Luis Carro, era tras el partido la imagen de la felicidad: «Merecíamos una alegría como esta, sobre todo ante un rival de este nivel». Tres puntos que dan posibilidades al Ribadumia de eludir el grupo que luchará por la permanencia en la segunda fase. En el polo opuesto, un Rafa Sáez que eludió hablar del colegiado señalando que «tenemos prohibido enfadarnos con los árbitros», pero que colocó la situación al mismo nivel de la de otras dos expulsiones tan polémicas, en O Couto. Esta vez, dejando al Arousa sin su pareja de centrales, Campillo y Ross, para cerrar la primera fase en A Lomba ante un Alondras que ambiciona su puesto.