Las escuelas rurales buscan alumnos para poder sobrevivir ante el descenso de natalidad
RIBADUMIA
En los centros rurales agrupados de Meis y Ribadumia corren el riesgo de no alcanzar la ratio mímina el próximo curso, lo cual podría implicar el cierre de aulas
17 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Las aulas de las escuelas rurales necesitan un mínimo de seis alumnos para poder seguir abiertas y existe el riesgo de que alguna de ellas se quede por el camino. Es el caso de las escuelas de Leiro y Sisán, que pertenecen al Centro Agrupado Rural (CRA) de Ribadumia, donde, si la matrícula no lo remedia, solo tienen garantizados seis alumnos para el próximo curso. Y algo parecido ocurre en los centro de San Martiño, perteneciente al CRA de Meis, donde, de los siete alumnos actuales cuatro se marcharán en septiembre para emprender una nueva etapa en primaria.
Las escuelas unitarias se ubican en el rural y atienden a alumnos de tres a cinco años allí donde no hay un colegio (CEP) con unidad de infantil. Es una solución de cercanía que el descenso de la natalidad pone en peligro cada año porque la Xunta considera que no es viable mantener un aula con menos de seis alumnos. Hace una década, en el CRA de Meis -que engloba a seis cetros- había 110 alumnos; ahora hay 72. Con todo, apuntan desde la dirección, se percibe una tendencia al alza en la matrícula en los últimos años que hace encarar el futuro con optimismo; en Paradela, por ejemplo, tienen quince alumnos, lo cual dobla la ratio necesaria.
A quienes defienden la formación en los centros rurales les sobran razones para hacerlo: hay menos masificación en las aulas, lo cual redunda en una atención más personalizada a los niños, y su situación facilita el desarrollo de actividades de carácter medioambiental. Un buen ejemplo lo ofrece el CRA de Ribadumia, donde disponen de invernadero y jardín y pueden desarrollar numerosos proyectos sobre el terreno, entre ellos el programa Voz Natura de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre. Pero es que, además, ofrece servicio de comedor, plan Madruga para dejar a los niños antes del horario lectivo y un servicio de transporte mediante taxis y un vehículo municipal.
El CRA de Ribadumia ha lanzado una campaña promocional, con vídeo incluido, por la que trata de dar publicitar este centro y animar a los padres a elegir esta opción. «Contamos con aulas amplas e luminosas e material adaptado ás diferentes metodoloxías emerxentes na actualidade. Estamos inmersos nun proceso de cambio e renovación pedagóxica, no que poñemos un especial fincapé nos patios, a biblioteca do centro, a conservación do medio e o contacto coa natureza», apuntan desde eñ CRA. Actualmente están escolarizados 48 niños de segundo ciclo de infantil en sus cuatro centros: Leiro, Sisán, Lois y Ribadumia.
La apuesta de Meis es el «ensino manipulativo vivencial» que, según explican desde la dirección, permite trabajar los valores de libertad y autonomía con los niños. No solo los CRA y las escuelas unitarias sufren la falta de niños. Algunos CEIP del rural corren el riesgo de perder alguna unidad de infantil por no alcanzar las ratios mínimas. Es el caso del San Bartolomeu de Tremoedo (Vilanova), que actualmente tiene 22 alumnos y necesita no bajar de 20 si quiere mantener sus dos unidades para el próximo curso.
En los colegios de Meaño y Catoira pueden respirar más tranquilos, porque a esta alturas confían con mantener el número de matrícula para el curso 2021-2022, aunque por el camino ya han quedado las unitarias de Xil y Meaño.
Los municipios de carácter más urbano no son ajenos a esta realidad. Las escuelas unitarias de Bamio, Guillán, Solobeira y Aralde (Vilagarcía) han propuesto constituirse en un Centro Rural Agrupado (CRA) con el fin de ganar en autonomía, disponer de más medios materiales y humanos y blindarse mejor ante los retos que plantea el futuro debido a la baja natalidad.
El proyecto cuenta con el plácet del Concello de Vilagarcía, que lo ha puesto en conocimiento de la Consellería de Educación para que actúe en consecuencia. Para el próximo curso, la mayor parte de las escuelas mantendrán su nivel de matrícula actual, a excepción de la de Solobeira, donde han puesto en marcha la maquinaria para que no caiga la ratio de alumnos por aula. Los CRA ofrecen la opción de disponer de profesores especializados, ofrecer una educación plurilingüe y optimizar los gastos a la hora de comprar material y dar servicios a las familias.