Adiós a Luis Chantrero, el motor humano del legendario restaurante Tropezón

Serxio González Souto
s. gonzález RIBADUMIA / LA VOZ

RIBADUMIA

El hostelero arousano falleció a los 55 años apenas tres semanas después que su madre, Marisol

11 feb 2021 . Actualizado a las 16:24 h.

Tiempos muy difíciles, de pérdidas encadenadas para la gran familia del Tropezón, el legendario restaurante que vigila la desembocadura del Umia, con un ojo en Ribadumia y el otro en Cambados. Hace apenas tres semanas, su gente despedía a Marisol, la mujer que hizo del establecimiento arousano un emblema de la cocina tradicional en Arousa gracias a su buena mano en los fogones. El martes, con solo 55 años, fallecía también su hijo Luis Chantrero, días después de haber sido hospitalizado por una sensación de intenso malestar que reveló su contagio por coronavirus.

Era un hombre de muy buen trato, siempre con una broma en la boca, recuerda Andrés Otero, el presidente de Protección Civil en Ribadumia, a quien unía un lazo mucho más estrecho que la amistad con Luis y su hermano Guillermo, que ejerció como vicepresidente hasta que un accidente lo llevó a dejar el cargo. Ambos seguían siendo voluntarios. No por casualidad, la agrupación, que en el 2022 cumplirá 25 años, nació en los bancos de piedra que permiten conversar, echar un trago y reflexionar con esa calma que hace falta para que surjan las buenas ideas, allí mismo, a las puertas del Tropezón.

Ni Luis ni Marisol, a quien haberse jubilado no impedía seguir impartiendo su magisterio en el restaurante, podrán abrir sus puertas de nuevo cuando llegue el momento de olvidar las restricciones. Pero sin ellos, sin su dedicación durante tantos años, hacerlo sería imposible. De remontar y continuar la tradición gastronómica, garantizan sus muchos amigos, se encargarán Guillermo y su sobrina Vanesa. El brindis, con su propio albariño, claro, resonará en toda la ría.