Los desvíos de la Autovía do Salnés afectarán a 19.000 vehículos diarios

Las obras de renovación del firme que están a punto de comenzar en la Autovía do Salnés trastocarán el fluir habitual del tráfico a través de la comarca. Aunque los trabajos se iniciarán el lunes, con reparaciones de grietas y la corrección del peralte de una curva -que obligarán a utilizar carriles alternos y a anular incluso una de las dos calzadas de la vía- el grueso de la intervención se desarrollará a partir del 16 de septiembre y, según las previsiones de la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, se prolongará unas cinco semanas.

La necesidad de acometer el asfaltado de la autovía obliga a la Xunta a buscar recorridos alternativos, ya que la nueva rodadura se extenderá entre los puntos kilométricos 2 y 3,7 un espacio comprendido entre los enlaces de Curro y Ribadumia, y exigirá el corte al tráfico de un tramo de unos diez kilómetros entre ambos enclaves. Según los datos que maneja la propia Administración autonómica en materia de intensidad de la circulación, esta situación afectará a un promedio de 19.000 desplazamientos cada día en el mes de septiembre.

Los vehículos que circulen hacia Sanxenxo y O Grove tendrán que abandonar la autovía al poco de incorporarse a ella, en el nudo de Curro. Deberán embocar la carretera PO-300, que comunica Mosteiro con Cambados, para abandonarla en el punto en el que esta se cruza con la EP-9305, que conduce hacia la rotonda de Os Castaños, donde se inicia la Ruta da Pedra e a Auga, a través de Barrantes. Una vez allí, solo restará un pequeño tramo de la Vía do Salnés para retornar a la vía de alta capacidad. El recorrido es el mismo para quienes conduzcan en dirección norte, aunque, lógicamente, en sentido inverso.

Son 13,5 kilómetros y un trazado no del todo fácil para quienes no frecuenten las carreteras secundarias de O Salnés. Por ello, la Xunta señalizará y difundirá esta alternativa con antelación.

---

---

---