En marzo terminará la reforma del centro de salud de A Illa, se mantiene el pediatra compartido y el ascensor no se cambia

b. c. A ILLA / LA VOZ

RIBADUMIA

MARTINA MISER

El plazo lo aseguró ayer el conselleiro de Sanidade en su visita a la obra

20 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El 15 de marzo. Ese es el plazo que ayer dio el conselleiro de Sanidade para terminar las obras del centro de salud de A Illa. La reforma está prácticamente concluida, pero los trabajos se alargaron porque incluyó la reparación del tejado, que se está ejecutando actualmente. Vázquez Almuíña tuvo ocasión de comprobar el estado que presenta el edificio tras una inversión de casi medio millón de euros. El gobierno de A Illa sigue sosteniendo que es insuficiente para atender las necesidades de la Atención Primaria y sigue reclamando un nuevo edificio, pero el conselleiro opina lo contrario y se refirió a este centro como «un dos mellores que temos».

La reforma ha supuesto una ampliación física y de servicios. Hay más espacio gracias a la ocupación del local que antiguamente usaba el club de jubilados, lo cual permitió habilitar nuevas salas y hacer una redistribución de los espacios interiores. El primer cambio que perciben los usuarios es en la entrada y en la eliminación de barreras arquitectónicas. Por primera vez, el centro de salud de A Illa tiene ascensor, aunque no cumple las expectativas de todo el mundo. El gobierno local protestó en su día porque en el ascensor no caben las camillas, lo cual obligó, nada más entrar en servicio, a trasladar a una paciente en brazos desde la planta superior a la sala de urgencias ubicada en la planta baja.

Desde el Concello se habló de chapuza, pero el conselleiro no lo ve de este modo. Ayer explicó que este modelo de ascensor es el que corresponde a un centro de salud de estas dimensiones y, por tanto, no está prevista su sustitución. El centro de salud también estrena sala de pediatría, aunque ayer al mediodía la consulta estaba vacía porque a esa hora el facultativo se traslada al centro de salud de Ribadumia. Ambos municipios comparten pediatra en horario de mañana, y así seguirá siendo.

Buscando facultativos

Vázquez Almuíña confirmó que se mantiene la plaza compartida para ambos centros de salud e informó de las gestiones que está haciendo su departamento para ampliar la plantilla de pediatras en Galicia, tratando de atraer a profesionales de otras comunidades autónomas y de Portugal. Según sus datos, , la sanidad pública gallega dispone de un pediatra por cada novecientos niños, por encima de la media estatal, que es de un millar. La baja del anterior facultativo y la falta de sustituto llevó a los alcaldes de A Illa y de Ribadumia a emprender una campaña de recogida de firmas, pero la solución dada por el Sergas parece que ha aplacado las protestas.

Vázquez recorrió las instalaciones en un ambiente que, por momentos, fue tenso. Hace unos días, los isleños visibilizaban su malestar con la calidad de la sanidad en una de tantas concentraciones convocadas a las puertas de los centros de salud, que en este caso fue mucho más numerosa que en otros puntos. Y la representación municipal fue escasa, aunque el alcalde no dejó de agradecer la visita del conselleiro. En cambio sí hubo una notable presencia de cargos del PP, llegados de dentro y fuera de A Illa. En el exterior, los trabajadores de las ambulancias hacían oír su malestar ante un importante despliegue de la Guardia Civil y Policía Autonómica.