Un acusado de violación culpa al corrector del WhatsApp de las amenazas proferidas a su mujer

La Voz

RIBADUMIA

emilio moldes

«Si te veo con alguien le voy a pegar o a matar» o «vas a saber quien soy, vas a conocer a un hijoputa de verdad» son algunos de los mensajes aportados como prueba por la víctima. «El corrector mandaba palabras que no quería escribir», se defendió el acusado, vecino de Ribadumia

04 oct 2018 . Actualizado a las 14:50 h.

«¿Qué tienes pensado hacer, me vas a denunciar o no?», «¿quieres contestar?». O «si te veo con alguien le voy a pegar o a matar», «vas a saber quien soy, vas a conocer a un hijoputa de verdad». Son cuatro de los mensajes de WhatsApps presentados antes la Audiencia provincial de Pontevedra como prueba para demostrar un delito de violación y maltrato. La sección cuarta del este tribunal ha dejado este jueves visto para sentencia el juicio contra Juan Manuel L.M., vecino de Ribadumia, acusado de abusar sexualmente y agredir a su expareja, con quien tiene un hijo en común. El procesado rechaza los cargos, asegura que las relaciones siempre fueron consentidas y culpa al corrector de la aplicación de mensajería instantánea, recoge Europa Press, de las amenazas proferidas a la víctima.

La Fiscalía ha solicitado una pena de 15 años de de cárcel por el presunto delito sexual, y otros tres por el delito de maltrato. Además, reclama una indemnización de 120.000 euros. La mujer compareció a puerta cerrada, mientras que el hombre, respondiendo a las preguntas que le hizo su abogado, explicó que ambos mantuvieron una relación sentimental durante más de cuatro años hasta que se produjo «una ruptura normal» en agosto del 2015. «Seguíamos viéndonos», aseguró. Añadió que tenía las llaves del domicilio de ella, en Cambados, que «dormía en su casa casi todos los días» y que mantenían relaciones sexuales de manera habitual y «consentidas». Discrepa el escrito de acusación del fiscal, que señala que Juan Manuel L.M. abusó sexualmente de su expareja en «aproximadamente en ocho ocasiones» cuando la relación se rompió. Concreta que la última vez lo habría hecho en una pista apartada de Barrantes, en el interior de un furgoneta.

«El corrector mandaba palabras que no quería escribir», declaró al respecto de los mensajes de WhatsApp el acusado, que durante la vista reconoció que «a veces por ataques de celos ponía cosas que no debía». Agregó que «siempre le pedía perdón después».

El fiscal describió cómo el acusado «controló y dominó de manera constante» a la mujer «preguntándole dónde estaba, con quién y qué iba a hacer», según Europa Press, e «intimidándola para que contestase». En alguno de sus ataques de ira rompió la ventanilla del coche «estando ella y su hijo dentro» y también atravesó la mampara de la bañera de un puñetazo, entre otros episodios relatados ante el tribunal.

Además de los 18 años de pena de prisión, el fiscal también ha solicitado la adopción de una orden de alejamiento de cien metros, la prohibición de tenencia de armas por el tiempo de cinco años y la apertura de una pieza separada para establecer la responsabilidad económica del acusado.