Una mesa de trabajo para regularizar el tinto Barrantes

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso RIBADUMIA / LA VOZ

RIBADUMIA

MONICA IRAGO

Medio Rural se ofrece a colaborar con el Concello y con la mancomunidad en todo este proceso

14 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El alcalde de Ribadumia, David Castro, se ha marcado un objetivo: lograr una regularización para el vino tinto, ese al que su municipio dedica todos los años su fiesta más importante. Por eso ayer se reunió con la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, acompañado del presidente de la mancomunidad, Gonzalo Durán. La intención es que estas tres administraciones colaboren para buscar una regulación que permita la comercialización de estos vinos. El proceso no será lento ni sencillo, advierten los protagonistas, pero por lo menos ya se ha puesto en marcha. «Foi unha primeira xuntanza moi positiva para regular esta situación incómoda. Agora podemos iniciar os traballos e contar co apoio de Medio Rural», argumentó Castro Mougán. «Estoy sorprendido de la solidez de los argumentos del alcalde y de que es el primero que ha venido a la Xunta a plantear esa idea», insistió el presidente de la mancomunidad. Ambos apostaron por crear una mesa de trabajo.

¿Cuál es la situación actual del vino tinto?

Explican en Medio Rural que la actual legislación de la Unión Europea, conocida como Organización Común de Mercado, solo autoriza el cultivo de las variedades híbridas para el autoconsumo o para fines experimentales. Es más, la normativa española, establece que el tinto Barrantes ni siquiera es un vino, porque no se elabora con uva de una variedad de vitis vinífera. Además, para la producción de vino con fines comerciales solo podrán ser plantadas, replantadas o injertadas en territorio europeo las variedades de vid que figuren en la clasificación de los estados miembros de la Unión, exceptuando seis variedades híbridas que cuenta con una excepción.

¿Qué dice la normativa española?

El problema es que el tinto Barrantes no aparece recogido en el registro de variedades comerciales de la vid para España o en el de otros estados miembros. Y ese será, precisamente, el primer paso que tendrán que dar las diferentes administraciones. Es preciso lograr que el tinto Barrantes entre en ese registro para, posteriormente, regularizar su situación.

¿Cuál es el proceso a seguir para lograr la regularización?

La admisión de una nueva variedad en el registro solo podrá tener lugar después de que pasen cinco años de producción consecutivos desde el momento en el que comience el examen. Es preciso pasar una evaluación previa, que se basaría en el resultado de exámenes analíticos y organolépticos de los productos acabados y podría autorizarse cuando el resultado de dicha prueba demuestre una aptitud satisfactoria de la que se obtenga como mínimo un vino con calidad cabal y comercial. Además, será preciso justificar debidamente la antigüedad de la variedad que se quiere incluir en el registro, así como el interés que tiene y su adaptación local. En todo este proceso se comprometió ayer a ayudar la Consellería do Medio Rural.