Ribadumia teje una red de puntos seguros contra la violencia machista

Rosa Estévez
rosa estévez RIBADUMIA / LA VOZ

RIBADUMIA

MONICA IRAGO

Una veintena de establecimientos se han sumado ya al programa Conta Conmigo

14 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay enemigos difíciles de batir. El machismo y su expresión más descarnada -los malos tratos, los asesinatos de mujeres- es uno de ellos. Para plantarle cara hace falta unir fuerzas. Y en Ribadumia, una localidad de cinco mil habitantes, se han puesto manos a la obra. El Concello acaba de arrancar Conta Conmigo, un programa de voluntariado con el que se pretende tejer un escudo de protección social contra las víctimas de violencia machista. Y la respuesta de la gente, explica el concejal Enrique Oubiña, no ha podido ser más satisfactoria.

Los primeros pasos ya se han dado. Desde hace unas semanas, personal del Centro de Información á Muller de O Salnés están visitando, uno a uno, los negocios y establecimientos que abren sus puertas en este municipio arousano. Quieren que todos esos locales -desde gestorías a taxis, desde comercios a bares- se conviertan en «puntos seguros», lugares en los que las víctimas de violencia machista puedan recibir ayuda, incluso sin tener que pedirla. «Hai máis de vinte empresas anotadas, e contamos con que finalmente sexan uns trinta negocios os que participen», explica el concejal Enrique Oubiña.

Quienes atienden estos negocios recibirán formación a domicilio: cinco horas tras las que estarán capacitados «para actuar como puntos de seguridade en caso de producirse algunha situación de violencia de xénero». Además, se convertirán en puntos difusores de información sobre a qué lugares derivar a las víctimas, cómo avisar a las autoridades, o cómo reaccionar ante una petición de ayuda. Una vez superado el período formativo, los establecimientos serán identificados con una pegatina como «espazos de non violencia».

«Yo quiero aportar mi granito de arena»

Durante mucho tiempo, el mundo del taxi fue cosa de hombres. Afortunadamente, parece que ya no es así. Por lo menos, esa es la percepción de Silvia Martínez, una autopatrona de Ribadumia que, desde que se sentó detrás del volante, no ha tenido nunca un problema directamente relacionado con el hecho de ser mujer. «Afortunadamente, algo hemos avanzado. Y más que avanzaremos, porque las generaciones que vienen detrás traen fuerza», relata. Cuando el Concello le propuso convertir su taxi en un punto seguro contra la violencia machista, Silvia no lo dudó. «Me parece interesante. Los malos tratos son algo terrible, y yo quiero aportar mi granito de arena, hacer todo lo que pueda», señala. Así que va a recibir la formación necesaria para convertir su vehículo en un espacio en el que, quien esté pasando por un calvario doméstico, pueda lanzar un SOS. Y, como en el taxi de Silvia, en la asesoría Rial y Hermo. Genma, abogada en estas oficinas, está muy implicada en el proyecto municipal: por su profesión conoce bien el problema de la violencia machista y cree que es necesario que toda la sociedad se implique en una guerra sin cuartel contra los maltratadores. Ha llegado la hora de descorchar la botella de la tolerancia cero.

Un cuerpo de voluntarios para acompañar a las víctimas

Conta Conmigo es más que una red de espacios seguros. El proyecto persigue, también, convertir a todos los vecinos de la localidad en agentes de igualdad, en personal cualificado para plantar cara a la violencia machista. En cuanto se complete la primera hornada de veinte voluntarios, recibirán un curso en el que se formarán «en procedementos de acompañamento e protocolo de seguridade». Estos voluntarios realizarán acciones de lo más variadas: desde ser difusores de una sociedad intolerante con el maltrato, hasta acompañar a las víctimas cuando lo necesiten. El programa de inscripción ya está abierto: solo hace falta dirigirse al Concello, como ya lo ha hecho un buen puñado de personas. Casi todas, mujeres. «E de todas as idades: dende rapazas novas a señoras maiores», explica el concejal Enrique Oubiña. Algo está moviéndose, parece que en la dirección correcta, en Ribadumia.