Punto y final a un octubre mágico

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

RIBADUMIA

MARTINA MISER

El Arousa rompió el domingo su gran racha de partidos sin perder

07 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Fueron siete partidos en el plazo de 31 días. Un empacho de fútbol que al Arousa le sentó de maravilla pese a que no comenzó de la mejor manera. El conjunto vilagarciano comenzó el mes de octubre con aquel derbi ante el Ribadumia que supuso el punto de inflexión. Llegaban los de Jorge Otero al duelo comarcal después de caer ante el Silva y con varias dudas en el entorno porque el juego no terminaba de tener la consistencia necesaria. El partido contra el conjunto de Luis Carro acabó sin goles y derivó en reuniones varias y terapia de grupo para intentar encontrar un cambio de rumbo.

Funcionó la terapia de grupo. Otro empate sin goles al domingo siguiente en el campo del Laracha fue el salvavidas que el equipo necesitaba. Los de Otero seguían sin ganar -era la octava jornada y solamente contaban con una victoria en su casillero- pero comenzaban a atisbarse brotes verdes en el juego.

Llegaba el Vilalbés el día 12 de octubre, en el primer partido entre semana de un mes atareado, y apareció la figura de Javi Pazos. Un tanto del marinense abría su racha particular y cerraba la sequía del Arousa, que acumulaba más de 300 minutos sin marcar. El duelo ante los lucenses, además, dejó pistas de que el juego del equipo de Otero iba creciendo. El resultado final fue un escaso 1-0 pero los vilagarcianos dispusieron de ocasiones para conseguir un marcador más amplio. El técnico, además, comenzaba a tener un equipo más definido tras un inicio de campeonato más titubeante en ese aspecto.

La recuperación se confirmó por todo lo alto el día 15 en otro derbi. Se presentó el Arousa en Barraña y le dio todo un baño al Boiro. Ganaron los vilagarcianos 0-2 tras un partido muy bueno. Pazos volvía a marcar y el conjunto ganaba en puntos y en autoestima. Octubre solamente había cubierto su primera quincena pero ya daba pistas de que podía ser una gran mes.

Tras el Boiro a domicilio, se plantaba el Barbadás -que por cierto ayer anunció el cambio de entrenador- en A Lomba. No hubo color tampoco. A esas alturas el Arousa ya había cogido velocidad de crucero y el ourensano, en plena crisis, no era un rival como para poder poner en apuros a los de Otero.

El duelo contra el Compos

El partido más complicado de todo el mágico mes de octubre llegó el día 29. Parecía ese el examen definitivo porque el Arousa se enfrentaba al Compostela. Un Compos señalado por todos como uno de los claros candidatos a pelear por el ascenso de categoría y que se tuvo que conformar con un empate ante los vilagarcianos. Un punto y bueno fue porque los arlequinados se pudieron llevar los tres por juego y ocasiones.

Y llegó la guinda. Ya no era octubre, pero el primer día de noviembre mantuvo la dinámica. El partido contra el Areas, la segunda parte sobre todo, volvió a exhibir a un Arousa muy superior que se impuso sin dificultad.

La racha se rompió el pasado domingo en el campo del Somozas. Más allá del resultado, sin embargo, lo cierto es que el Arousa mantuvo buena parte de las características que le llevaron a protagonizar la escalada en la tabla. Tuvo juego y personalidad para conseguir puntuar pero no fue posible. Este fin de semana, los de Otero tendrán otra dura prueba ante el Barco. Será una buena oportunidad para comprobar si la dinámica de octubre se mantiene. No hay razones para pensar otra cosa.