Dos lampreas para el niño Jesús

Rosa Estévez
rosa estévez PONTECESURES / LA VOZ

PONTECESURES

Martina Miser

Las vecinas de Porto enriquecen cada año el belén de la plaza de Os Valeiros, un nacimiento que se ha convertido en un clásico de la Navidad en Pontecesures

07 dic 2022 . Actualizado a las 09:46 h.

Elena Vidal se para junto al rey Gaspar y, con un gesto de familiaridad, recoloca los mechones acastañados de su melena, formada por barbas de maíz. Cada vez que se acerca a la plaza de Os Valeiros (Pontecesures), Elena siempre encuentra algo que recolocar en el belén que ella y un grupo de mujeres del barrio de Porto colocan cada mes de diciembre. Es un trabajo que realizan por amor al arte: «Gústanos que haxa ambiente de Nadal. Ademais, mentres o facemos xuntámonos, falamos... Pasámolo ben», explica Ramona Vázquez, otra de las artífices de la pequeña maravilla de mimbre que tardaron ocho tardes en montar.

Este belén, que se ha convertido en un motivo de orgullo para los cesureños, comenzó a realizarse hace años, con un concurso que retaba a adornar los barrios utilizando materiales reciclados. «Daquela fixémolo todo de plástico». Luego, el concurso dejó de organizarse, pero en Porto ya le habían cogido el gusto a una forma de celebrar la Navidad que sirve para alimentar los lazos entre el vecindario. Así que siguieron, año a año, haciendo su nacimiento colectivo, «ata que un ano decidimos facelo con vimbios». Es un trabajo exigente y que exige previsión. «O vimbio hai que collelo e traballalo no mes de xaneiro, que é cando se poda». Y aunque para las mañosas mujeres de Porto es «unha cousa fácil», lo cierto es que dar forma a los personajes del pesebre, a los camellos de los Reyes de Oriente, o a sus Majestades, no parece cosa que pueda hacer cualquiera: es un trabajo que exige mucha maña y fuerza en las manos, ya que «acabas cunha boa dor nos dedos», según explica Ramona.

Martina Miser

Este año, de sus manos y de las del resto del equipo han salido nuevas figuras: una lavandera, un perro y un valeiro que levanta un butrón y recoge dos lampreas. La figura del valeiro no podía faltar en un belén de Pontecesures: a fin de cuentas, este es un oficio característico del barrio y de una localidad situada a orillas del río Ulla, donde dentro de poco arrancará la temporada de pesca de ese pez antiguo y envuelto en el misterio que es la lamprea.

El belén de Porto está elaborado con materiales naturales: vimbias, las barbas y el follato del maíz... Para algunos detalles, como las coronas de los Reyes, se utilizan materiales reciclados. «Aquí todo se aproveita», dice Ramona. Aún así, hace falta dinero para comprar material. «Os cartos arrimámolos nós», dicen las mujeres que están detrás de esta iniciativa. «Empezamos poñendo cinco euros», aunque a veces que hay que hacer derramas para afrontar gastos imprevistos, como este año que se han estropeado los farolillos que daban una iluminación dorada al conjunto.

Ayer por la mañana, una excursión de turistas alojados en un hotel próximo se acercó a Porto y decenas de personas se fotografiaron con su original belén. Para Elena y Ramona, eso es un motivo de orgullo. Aunque más orgullo y más placer les causa —lo reconocen abiertamente— ver la cara de ilusión y de sorpresa de los niños de la zona para los que la Navidad sería menos Navidad sin el belén de la plaza.