Atraca una gasolinera con un cuchillo de caza y se lleva un botín de 370 euros

marina santaló PONTECESURES / LA VOZ

PONTECESURES

MARINA SANTALO

El suceso ocurrió en Pontecesures, junto al puente, el viernes a media tarde

05 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El trabajador que estaba al frente de la gasolinera de Repsol que se encuentra en Pontecesures, en la N-550 a un paso de Padrón, el pasado viernes se llevó un buen susto mientras cobraba a un cliente. Eran aproximadamente las 18.30 horas cuando un varón se acercó al mostrador de la gasolinera para pagar su compra. Dejó diversas monedas sobre la tabla y, cuando el encargado se dispuso a abrir la caja para buscar la vuelta, se adelantó a sacarle un cuchillo. Desde la gasolinera contaban ayer que el movimiento fue rápido y que el empleado al que le tocaba el turno de tarde no vio el cuchillo hasta que lo tenía ya apuntando al cuello. «El atracador aprovechó el momento en el que se agachó para abrir la caja para sacar este instrumento y apuntarle», explica un compañero. El cuchillo, tal y como recoge la denuncia interpuesta por el empleado de la gasolinera, imponía por sí solo: era de caza y tenía unos treinta centímetros de largo.

A pesar de la hora y de tener al trabajador frente a frente, el atracador hizo toda la maniobra con la cara al descubierto. Le exigió que le entregase todo el dinero que había en el interior de la caja y salió corriendo por la parte trasera de la gasolinera, en dirección contraria al puente. La cantidad sustraída, tal y como indican, es de 370 euros. Aunque en la denuncia que el joven realizó en el cuartel de la Guardia Civil poco tiempo después se habla de cerca de trescientos euros, las cuentas realizadas a posteriori indican que la cantidad robada se aproxima más a los cuatrocientos euros. Por fortuna, la amenaza se quedó en un susto, y no hay que lamentar daños personales.

Descripción

El hecho de que el robo se produjese a cara descubierta, facilitó la descripción del atracador. Según explican desde la gasolinera, y tal y como se informó a los agentes, se trata de un hombre joven, de unos treinta años de edad, de complexión atlética. Sobre la ropa que llevaba en el momento en el que se acercó al mostrador, indican que vestía un chándal gris.

La huida la realizó corriendo, tan pronto se hizo con el dinero.