La nostalgia sin esperanza carece de sentido

Fernando Gómez

PONTECESURES

09 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La rutina y la nostalgia invaden a esos vecinos que alguna vez pudieron sentir el sonido del tren frenaren las estaciones en las que se perdió el servicio, y que, cuando falta, se pone en valor. Nadie que recuerda esto se resigna a ver su estación, aún semimuerta. Acuden personas a la cantina, sienten necesidad de volver a ver viajeros que van y vienen con vidas complicadas, pero que el tren les aliviaba en su devenir diario hacia su destino laboral, de ocio o formación académica.

Mientras hay estación, vías y territorio, la esperanza de retornar la cordura a los políticos sigue viva, porque tenemos el bagaje de nueve años de lucha y en el que hemos conseguido que estaciones como Padrón, Pontecesures, Arcade y Redondela sigan vivas, y con servicio diario. Es posible crear un servicio de trenes de cercanías en Galicia y compatibilizarlo con el AVE, y la vertebración del territorio gallego pasa por que el tren pueda llegar al máximo de estaciones intermedias. No todo el mundo puede tener acceso al transporte en vehículo particular, y todos como ciudadanos tenemos derecho a una movilidad digna y de calidad, a lo largo de nuestro territorio. Por ahora debemos resignarnos, pero nuestra fuerza y esperanza están latentes, y esperando el momento más oportuno para volver a la lucha.