Un intento de poner orden en el puerto de Carril solivianta a los usuarios

«Instalacións para o uso exclusivo de embarcacións de pesca e de marisqueo». Ese es el mensaje que Portos ha rotulado en tres carteles que hace unos días colocó en el puerto de Carril. Esos paneles, en los que se advierte de que cualquier otra embarcación será sancionada, han soliviantado a algunos usuarios de los pantalanes carrilexos. Un lugar en el que los problemas de espacio llevan años dando guerra.

Explican desde Portos que la instalación de estos carteles persigue, únicamente, dar «máis información aos usuarios» sobre las condiciones en las que se pueden y deben utilizar los 83 amarres existentes en Carril. El ente público ha decidido colocar los paneles para dar cumplimiento a un requerimiento del Valedor do Pobo, al que ha apelado un mariscador carrilexo ante la imposibilidad de amarrar su embarcación en el que es su puerto base. Además de los carteles, a las casas de varios vecinos de Carril han llegado cartas que advierten de que la dársena principal del puerto está reservada para embarcaciones profesionales. Y, como suele pasar en estos casos, un sentimiento de agravio ha sacudido a esta villa vilagarciana. ¿La razón? Que hay quien interpreta que para disponer de un amarre en el puerto, el principal requisito es ser de Carril.

No todo el mundo opina lo mismo. Ayer por la mañana, en las inmediaciones de la dársena de la discordia, un socio de la cofradía Santiago Apóstol señalaba con la mano tres embarcaciones, destartaladas y con aspecto de llevar tiempo fuera de servicio. «Esas tres lanchas están aí, coupando sitio, mentres que hai xente que vai ao marisqueo ou aos parques que non ten onde amarrar o barco», razonaba. Hay quien lo deja en Catoira, en Vilaxoán o en Vilagarcía.

Sin espacio

Uno de los profesionales que no tiene espacio en el que es su puerto base es Xesús Bóveda. Hace más de un año, este mariscador se encerró en las dependencias de Portos para exigir un lugar en el que poder dejar su barco con garantías. Aún sigue esperando una solución. «Nosotros, que trabajamos en Carril, seguimos sin tener amarre», explica. Mientras, en el puerto hay instaladas, aunque con estrecheces, lanchas que no son profesionales y que, por lo tanto, no deberían estar ocupando esos espacios. «Algunas no creo ni que tengan papeles», sentencia Bóveda.

No espera demasiado este joven de la tímida ofensiva lanzada desde Portos. «Varias veces hablaron de reordenar el puerto. Ahora ponen unos carteles, hace un tiempo mandaron unas cartas... Pero todo se acaba ahí», dice. «Si retirasen las embarcaciones y multasen de verdad a quien usa ese espacio sin derecho, entonces sí que las cosas empezarían a cambiar», señala este productor.

Poco recorrido

En general, los carrilexos consultados no creen que este envite de Portos vaya a tener demasiado recorrido. El ente autonómico lleva años con este asunto sobre la mesa, sin que parezca capaz de resolverlo sin levantar una fuerte polémica y muchas ampollas en Carril. El patrón mayor, José Luis Villanueva, recuerda que poner orden en el puerto es una cuestión sobre la que únicamente tiene mando la Administración autonómica. Desde la cofradía defienden, desde hace tiempo, que los barcos que no formen parte de la flota pesquera sean derivados a la dársenan vieja, que debería ser objeto de varios arreglos antes de recibirlos.

«Entendo que as cartas que remitiu Portos son para aquelas embarcacións que non reúnen as condicións legais e que non cumpren coa normativa para estar no porto», sentenciaba ayer el patrón mayor. En cualquier caso, estas medidas son «unha saída á desesperada para intentar resolver un problema que todos sabemos que non se resolve así».

Y es que Carril, insiste Villanueva, merece que la Administración autonómica haga una buena inversión en sus instalaciones portuarias y que las amplíe. A este puerto están vinculados los barcos auxiliares del trabajo en los parques de cultivo, los del marisqueo a flote y los de sectores como los valeiros de Pontecesures. Todos ellos se ven obligados a competir entre sí, y con otras embarcaciones que no son proefsionales, para acceder a una de las 83 plazas de amarre existentes, y que se han incrementado a fuerza de apretarse las embarcaciones. Las plazas, explica Portos, no están adjudicadas a nadie. Pero eso es en teoría. En la práctica, cada puesto tiene su «titular» consuetudinario. Y la costumbre es algo que, en Carril, tiene mucho peso.

100

Embarcaciones

Es el número de barcos que suelen utilizar en precario las instalaciones carrilexas.

83

Amarres

Número de plazas existentes en este recinto portuario de Vilagarcía.

132.371 €

Facturación

Cantidad abonada por la cofradía de Carril a Portos durante el año 2015.

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